Tras varios años en los que el conjunto azulcrema se vio hundido en la mediocridad, con malas campañas, refuerzos fallidos, mala administración,  fracaso tras fracaso y con su afición alejándose cada vez más, hoy las cosas en América son muy distintas. Hoy todo es alegría, risas, felicidad. ¿Por qué? La respuesta es muy sencilla. Las buenas decisiones que han tomado en ultimas fechas hoy los tienen de vuelta en la elite del balompié nacional. Ahí donde el escudo, los colores, la afición y una institución como América lo merece. Con el título en las manos, lideres generales y un paso casi perfecto en la liga, el futuro de las Águilas pinta para que el equipo de Miguel Herrera pase a la historia del club.

Pero: ¿A que se debe el éxito americanista? ¿A quién se le atribuye el buen andar de las Águilas? ¿Hasta donde llegará el cuadro de Herrera? ¿Quién será capaz de frenar a este equipo?. Hoy VAVEL te traen un especial donde se analizará las causas por las cuales hoy América es el mejor equipo de México, hasta donde puede llegar, los antecedentes en el club y las posibles aspiraciones de un cuadro amarillo que quiere hacer época en nuestro fútbol.

ANTECEDENTES:

Si bien el América de Miguel Herrera ya consiguió un campeonato en el torneo anterior, para mucha gente el título no le es suficiente para colocar a los pupilos del Piojo en lo anales de la historia azulcrema, con todo y la emotividad con la que se ganó dicho trofeo. Viene a la mente el campeonato de 2002 con Manuel Lapuente, que a pesar de romper la sequía del club de más de 13 años sin ganar una liga, el aficionado azulcrema no pone a ese cuadro como uno de los más grandes de todos los tiempos.

Sin embargo ha habido otros cuadros que si han conseguido ambas cosas: Ganar el campeonato y a su vez quedarse en la mente y en el recuerdo de toda la hinchada americanista. A continuación 3 de los ejemplos más claros y que sin duda marcaron pauta no solo para el club, sino para todo el fútbol mexicano.

Los 80s: La época dorada del club.

Habían pasado 7 años tras el último título de liga de América. Aquel contra la U de G, con el golazo de rabona de Reinoso. América había desaparecido de las finales del fútbol mexicano, y aunque consiguió 2 títulos de la Concacaf en el camino, la gente quería el campeonato local a como de lugar. La desesperación comenzaba a llegar al seno azulcrema. Sin embargo, pronto llegaría la recompensa para todos.

Cuando el señor Emilio Diez Barroso toma las riendas del equipo, América de inmediato cambió la cara y en muy poco tiempo logró formar un equipo fuerte, competitivo y que a la postre sería el más recordado en la historia de los de Coapa.

Y que mejor forma de comenzar la década de gloria amer4icanista que con la final soñada ante Chivas. La temporada 83-84, donde los 2 más grandes del país se jugaban el título en la cancha del Azteca. La historia todos la sabemos. América con uno menos, el penal que Zelada le ataja a Eduardo Cisneros y los goles de Aguirre. Tena y Bacas le dieron a las Águilas el campeonato en uno de los partidos más recordados de todos los tiempos, sino es el más grande.

A partir de ahí, los campeonatos, triunfos, elogios y alegrías llegaron al por mayor para la gente de América. Se fue Reinoso, llego el “Zurdo” López y los éxitos no frenaros. Consigue 2 títulos más y da paso a Jorge Viera quién le da dos estrellas más al escudo del equipo. Era tanto el potencial de este equipo, que hasta estrategas interinos ganaban campeonatos. Tal fue el caso de Cayetano Rodríguez, quién ganó el torneo de campeones de la Concacaf en 1987.

Un plantel lleno de talento, calidad, clase, elegancia, pero sobre todo, todos y cada uno de los que integraban ese equipo, incluso los refuerzos que llegaban año con año a la institución lo tenían claro, era la garra. Esa fue la clave de aquel América de los 80s. Un amor por la camiseta incondicional, peleaban a muerte cada partido y se mataban por cada pelota. Sin duda un equipo a seguir, ejemplo para todos. La década más grande para las Águilas.

        

De Holanda y África para México.

Los años 90. El contraste llegaría para la institución de los Azcarraga. Después de vivir 10 años gloriosos, inconmensurables, llenos de gloria, pasión, alegría y campeonatos, la debacle no tardó mucho en llegar para América. Tras el último título de liga en 1989, una sequía brutal atacaría al seno azulcrema, que duraría poco más de 13 años. Sin embargo, dentro de los fracasos y la oscuridad que invadió al club en todo ese tiempo, hubo un oasis en el desierto amarillo. ¿Su nombre? Leo Beenhakker.

El técnico holandés llegó a Coapa con la misión de regresarle las alegrías a la afición azulcrema. Pero a pesar de la presión y dificultades, el estratega no se echó para a tras y acepto el reto. Y aunque un año después no consiguiera el único objetivo que era el título, si pudo conformar un equipo que paso a la historia de las Águilas por su dinamismo y espectacularidad.

Llegados directamente de África, llegaron 2 jugadores que sin duda cambiaron la cara de un equipo que comenzaba a estancarse en la mediocridad. Ya antes vistos por Leo, Francois Oman Biyik y Kalusha Bwalya arribaron a México para quedarse por siempre en los corazones de todo el fútbol nacional. Siempre alegres, con una sonrisas en el rostro, pero con toda la calidad, técnica y el talento del mundo en sus pies, los cameruneses fueron la base del espectacular equipo de Beenhaker.

Complementados por hombres como el “Potro” Gutiérrez, Naranjo, Lara, del Olmo, Zague y un joven que recién comenzaba su carrera llamado Cuauhtémoc Blanco, el América de los rombos en el pecho, de ese uniforme extraño pero histórico, del que metía cada 15 días más de 100 mil personas al Azteca, del que a pesar de no ganar absolutamente nada se metió en la cabeza de sus aficionados, ese equipo del holandés marcó pauta y se coló a la historia del cuadro más grande de México.

              

Las Águilas del contragolpe.

Después de haber roto la sequía de 13 años sin campeonato, y con Manuel Lapuente al frente, América se había quitado un gran peso de encima, y después de lograr el tan ansiado campeonato, 2 años después el hombre de la boina se daba el tiempo para descansar, para reflexionar y decidió dejar la institución. En su lugar se quedaba Mario Carrillo. Un hombre extraño, de pocas palabras, serio pero a la vez con las metas bien claras.

Mario no movió las bases que Lapuente ya había formado en el equipo. Un cuadro inteligente, que manejaba bien los partidos, muchas veces criticado por la manera de defender los resultados, tachado de defensivo y miedoso, pero así siempre son los equipos de Manuel. Sin embargo, poco le importó al famoso “Capello” quién continuó con el mismo sistema defensivo. Pero esta vez con un as bajo la manga. A sabiendas del buen manejo de partido que su cuadro tenía, Mario y la directiva decidieron abrir la cartera y llevar a Coapa a 2 hombres que se convertirían en ídolos del club en aquel campeonato. Directamente de la lazio, siendo imagen de nike y uno de los mejores jugadores del mundo, llegaba a México Claudio López. El argentino que revolucionaría al conjunto azulcrema. Además de un hombre que había coincidido con Cuauhtémoc Blanco en el puerto y haciendo una gran amistad, el de Tepito lo recomendó con América y la directiva le concedió el capricho al numero 10. De la mano del “Cuahu” Kleber Boas también llegó a Coapa para ponerse bajo la tutela de Mario carrillo.

Ese verano de 2005 fue de rincipio a fin de amarillo y azul. Rompiendo records de más partidos sin derrota y con uno de los sistemas de juego más recordados y poderosos de los últimos tiempos, América fue marcando su camino rumbo al título numero 10 en su historia. Siempre esperando al rival, regalándole medio campo, defendiéndose bien, con Davino, Rojas, Castro y el joven sensación de ese momento Guillermo Ochoa como base, poco era el daño que le generaban a ese equipo. Pero de medio campo hacía adelante, la explosividad, potencia e inteligencia que tenían López, Boas y Blanco respectivamente eran mortales para los rivales. Siempre a la contra, aprovechando los huecos y con mucha contundencia, América hizo de ese torneo uno de los más recordados. Cerrando el gran torneo en la final, donde humillaron a Tecos en la goleada de 6-3 en el Azteca.

                  

El América de Pelaez y Herrera

Ya repasamos los equipos espectaculares que América ha tenido a lo largo de su historia. Sin embargo, en la actualidad, el conjunto de Coapa atraviesa por un momento extraordinario que hace que la gente se ilusione con volver a ver a su club haciendo historia en el balompié nacional. Pero a pesar del buen paso del equipo, del campeonato conseguido y los clásicos ganados, hay algo en el ambiente que no permite a la gente de fútbol atreverse a poner a los pupilos de Herrera en los anales del club. Mas todo lo anterior poco le incomoda al propio Miguel, que en varias ocasiones lo ha declarado, el busca hacer época en el club y dejar huella por siempre. Y el camino por el que el y sus muchachos van no están tan lejanos de conseguirlo.

A continuación te damos los 4 puntos más importantes en el buen andar del cuadro de Televisa y analizamos como le ha hecho Ricardo Pelaez y Miguel Herrera para regresar a las Águilas a donde su afición e historia lo demandan.

1.- Buen proyecto y continuidad:

Después de que Michel Bauer había puesto a la institución en penúltimo de la tabla y con problemas de descenso acechándolos. Llegó Ricardo Pelaez a la presidencia, junto con el Pepe Romano y Yon de Luisa que regresaba al club. Junto con el dueño del equipo Emilio Azcarraga Jean, conformaron una junta en la cual se propusieron un proyecto a largo plazo, luego de probar con más de 8 técnicos en menos de 5 años, sabían que lo que América necesitaba era continuidad. Porque jugadores de calidad tenían. Juntos, llegaron a un acuerdo, Miguel Herrera era el indicado para tomar el timón de este renovado barco azulcrema.

Un técnico agresivo, con sus equipos muy ordenados pero dinámicos al frente, siempre buscando el partido. Así son los cuadro que conforma el Piojo. Con Monterrey logró cosas interesantes, los llevó a la final y aunque no la ganó, la gente en la sultana lo recuerda y lo quiere por el carisma y entrega que siempre le inculca a sus jugadores. Y a pesar de haber vivido ya 2 descensos con Veracruz y Estudiantes, la oportunidad de dirigir a un grande no se le iba a escapar a Herrera.

Cuando el llega, la directiva anterior había puesto a todo el plantel transferible. Sin embargo Miguel cambia la decisión y deja a la mayoría de los que había fracasado un torneo antes, dejando al equipo en el penúltimo lugar de la general. Le da continuidad al plantel y trae a gente de toda su confianza como Bermúdez, Muñoz y Cárdenas.

Partiendo de esas bases, la historia reciente de América con Herrera al frente la conocemos. 2 veces seguidad semifinalistas y en el 3er torneo al mando, dicha continuidad le entrega a América el tan deseado campeonato numero 11.

2.- Compromiso:

Desde la primera vez que Miguel puso un pie en Coapa, su palabra clave siempre ha sido “COMPROMISO” Y es justo eso lo que más trata de inculcarle a sus pupilos. Sabiendo de la responsabilidad y presión que significa vestir una playera como la de América, antes que cualquier argumento futbolísticos, lo primordial para el Piojo es que sus muchachos entiendan en donde están y lo que representa defender los color de un club como este.

Lo anterior se vio desde el primer torneo, donde todos corrían, todos luchabas y se mataban en la cancha. Y es que Herrera tiene esa facilidad. Gracias a la intensidad con la que el vive los partidos, sus jugadores se contagian de la pasión que envuelve a su DT cada que ellos salen al campo y logra que ellos también sde entreguen al máximo con lo hace desde el banquillo.

En cada festejo de gol, en cada atajada, cada triunfo se ve que los jugadores están más que entregados con su afición y cada que tienen la oportunidad de hablar, ponen como prioridad a su gente, a la hinchada que tanto los apoya.

3.- Competencia interna:

Cuantas veces y en cuantos equipos hemos visto a jugadores inamovibles del 11 titular, y aunque no estén en su mejor nivel, su técnico jamás los va sacar. Lo anterior además de ser un mal concepto para el equipo, causa molestias y a la larga vestidores rotos inevitablemente. Pero para Miguel Herrera, las estrellas y jerarquías no existen.

“En mi equipo yo tengo 23 titulares. Los que estén mejor son los que van a jugar”

Otra de las claves del éxito americanista con el piojo al mando es sin duda la competencia que sabe generar en su propio equipo. Sin miedo o respeto alguno por las carreras, sueldos o lo mediático que pueda ser algún jugador, Herrera no se tienta la mano al quitar a o poner a sus muchachos en la cancha. En todo momento se los recuerda. Cada entrenamiento y cada partido les hace saber a los jugadores que no tienen su puesto asegurado y que tienen que entregarse al máximo siempre.

Con más de 1 o 2 remplazos en cada posición, América no solo ha formado un plantel basto, sino lleno de calidad y potencial para entrar a la cancha en cualquier momento. Incluso desde que Benítez estaba en el equipo, en varias ocasiones el timonel no le tembló la mano y prescindió de el en momentos claves, como aquel clásico que ganaron en el Omnilife con gol de Aguilar.

Un ejemplo claro ahora en con Juan Carlos Medina, que durante ls torneos anteriores había sido banca, siempre a al sombra de Molina. Sin embargo ahora es al revés, el ex hombre de Tigres bajó de nivel y es Medina quién se convirtió en la columna vertebral del equipo. El mismo caso de Narciso Mina, quién no vio actividad la campaña pasada por el buen andar de Jiménez y la capacidad goleadora de Benítez. Sin embargo este año se le dio la oportunidad de ser titular y no la aprovechó, y es Luis Gabriel Rey, el recién llegado a Coapa quién ya empieza a meter goles y ser determinante en el 11 inicial del Piojo.

                                      

4.- Buen ambiente:

Más allá de la presión que pueda significar para muchos jugar en América. Que siempre estén atentos a tu trabajo, a lo que haces o dejas de hacer. Tanto Miguel Herrera como sus jugadores e incluso la directiva no se encierran en solo trabajar y trabajar. También se dan tiempo para relajarse, convivir y liberar un poco la carga de pertenecer al club más mediático, querido y a la vez odiado de todo el país. Con asados, convivencias, bromas y juegos, no hay día en el que en Coapa no se pueda notar el buen ambiente que hay dentro y fuera de la cancha.

Siempre que finaliza una practica en las instalaciones del club, algunos se quedan practicando tiros libres, algunos otros juegan, se enciman, se empujar, juegan una cascarita, fútbol tenias, tandas de penales, etc. Con bromas, jugueteos, incluso frete a los medios y en conferencia de prensa, todo mundo está de buenas en América y eso se refleja en la unión dentro de un terreno de juego.

                                          

Todo lo anterior hace del conjunto campeón, el equipo del momento. El que todos hablan de el, de su poderío, el potencial y hasta donde serán capaces de llegar. Por lo pronto América es líder general, actual campeón, calificado a la liguilla con mucha anticipación y principal candidato para repetir el titulo. No queda más que esperar a ver los resultados de este buen paso azulcrema y si cuentan con la capacidad de lograr todas las metas que ellos mismos se han trazados. Las más cercanas: El bicampeonato y Mundial de Clubes.