En lo que va del semestre, los problemas de porcentaje y los resultados negativos acompañados de los recientes cambios dentro de la institución tienen al descenso tocando la puerta rojinegra. Atlas en la actualidad está a años luz de tener un plantel y un futbol excepcional para recibir un nombre (apodo) como las generaciones de “Equipo del Paradero”, “Los Amigos del Balón” y “Los Niños Héroes”.

Repasemos los grandes equipos que ha llegado a tener el Atlas Fútbol Club. Porque Atlas es sinónimo de uno de los equipos con mayor abolengo, identidad, pasión e importancia en el futbol nacional. Considerado también una de las cunas del futbol mexicano.

Equipo del Paradero

Nombre que recibiría el equipo gracias a la sede de los entrenamientos y primeros títulos del club en la división amateur: El Parque Paradero. Campeonatos donde el Atlas seria protagonista y considerado como potencia al ganar cinco competencias del torneo de Segunda Fuerza en la época de los 20.

El costarricense Edwin Cubero se ganó un lugar muy especial en la historia de los Rojinegros gracias a su olfato goleador

La consolidación y gloria del “equipo del paradero” llegaría en la temporada 50-51, al coronarse en la Liga por primera y última vez en contra de su antagonista, su acérrimo rival y más odiado vecino, El Guadalajara. Tras ganar el partido 1 a 0 en el Parque Oblatos con gol de penal del costarricense Edwin Cubero. Victoria que les dio el título gracias a la derrota de León, el otro puntero, ante Veracruz. El Atlas de Valdatti demostró y ratificó lo conseguido antes en la Copa y Campeón de Campeones, convirtiéndose así, en el mejor equipo mexicano del momento y el primer campeón de Jalisco.

Los Amigos del Balón

En la década de los 70, ya con su Academia de futbol (la primera escuela organizada en el futbol mexicano) aparecieron nuevos logros y alegrías para los dirigidos por Alfredo Torres.  Debido al enorme nivel futbolístico que demostraban, con un buen trato del balón, juego rápido, efectivo e inteligente que aportarían al club dos nuevos motes, el de “Zorros” y “La Academia” (o Los Niños Catedráticos), apodos que acompañarían a “Los Amigos del Balón”.

La Fiel contaba con un plantel de varios ídolos; Héctor Brambila, Bernardino García, José Luis Herrera y el goleador Ricardo “Astroboy” Chavarín, quien convertiría 62 tantos con la casaca rojinegra.

Los Niños Héroes

Considerada por muchos el último gran equipo que ha tenido el club en toda su historia. Una era de grandeza que comenzaría en 1997 con la contratación del técnico argentino Ricardo La Volpe, que contaba con una generación de futbolistas excepcionales que se denominarían como los “Niños Héroes”, plantel que estuvo a punto de romper la damnación de no conseguir un campeonato de liga desde 1951.

A pesar de las bajas de Pavel Pardo y Oswaldo Sánchez al América, los del Bigotón tenían ya una unidad bien establecida, gracias a la continuidad de varios jugadores nacidos de la cantera, como Mario Méndez, Erubey Cabuto, Rafa Márquez, Miguel Zepeda, Juan Pablo Rodríguez, Daniel Osorno, acompañados de su artillero y experimentado delantero Hugo “Misionero” Castillo.

Un equipo joven, que acaparó al mundo del futbol nacional, que se valía de un juego muy dinámico y efectivo, que era capaz de desgastar cualquier rival gracias a su juventud que le brindaba gran velocidad a sus jugadas, sacándolo adelante en los torneos y posicionándolo como favorito a pesar de ser un plantel con poca experiencia.

Final considerada  como una de las más dramáticas que ha tenido la liga

Aunque era un equipo basado en sus fuerzas básicas, los rojinegros nunca demostraron titubeos ni complejos. Los Zorros se convirtieron en un equipo ágil y explosivo, sin olvidar el orden en la defensa, con una química única. El Atlas de La Volpe solo fue superado por Toluca en el Torneo Verano de 1999, los Rojinegros dieron batalla en una final a doble partido que terminó por la vía de los penales, final que hasta hoy se recuerda como una de las mejores que ha existido en la historia del futbol mexicano.

Atlas 2013, era Boy

Un equipo que tenía como filosofía partirse el alma en la cancha, los dirigidos por Tomás Boy se salvaron del descenso y lograron el tercer lugar general en la tabla, consiguiendo la clasificación a la liguilla después de seis años, llegando hasta los cuartos de final, al perder en contra de Santos Laguna.

Una escuadra que contaba con un sistema de juego bien implementado, todos los jugadores sabían a lo que jugaban y el estilo que quería “El Jefe”, que además contaban con mucho orden en cada una de sus líneas, sobresaliendo la defensa. Y un liderazgo implementado en cada uno de los jugadores, no se necesitaba un capitán para dirigir al equipo dentro del campo.

Una generación que logró liberarse del descenso, jugar bien y gustar a la afición

Una plantilla conformada por Miguel Pinto, Leandro Cufré, Facundo Erpen, Guillermo Martín, Amaury Ponce, Óscar Razo, Lucas Ayala, Rodrigo Millar, José Luis Chávez, Isaác Brizuela, Omar Bravo, Matías Vuoso, entre otros.