Todos los males tienen una cura, todos los problemas tienen una solución y todas las malas rachas se cortan en algún momento pero, ¿Qué hay que hacer para llegar al remedio?, no existen los genios dentro de una lámpara que te concedan ese deseo o una varita mágica que con un simple hechizo revierta todos los males, la única manera de tratar de encontrar la cura a la enfermedad es trabajando. Cruz Azul lleva más de 15 años enfermo, tratando de encontrar la forma de revertir estos años de desgracia y tragedia pura, estando en más de una ocasión al borde de encontrarla pero hasta el momento nada ha funcionado al grado de cambiar la estrategia y las formas.

El enfermo ha entrado a su etapa más crítica, cinco torneos sin acceder a la Liguilla del futbol mexicano, 19 años sin ser campeón de Liga y por si fuera poco los ‘Fantasmas’ del descenso lo acechan cada vez más y más, al final del 2016 se abrió una pequeña luz con la llegada de Paco Jémez a la dirección técnica del equipo, prometiendo devolver el brillo a la institución con un futbol que no se le ha visto al equipo en mucho tiempo, un cambio total en la mentalidad de la institución ya que en los últimos los no se puede quitar la etiqueta de “Perdedora”, jugadores del calibre de la institución y el resurgimiento de una cantera que lleva abandonada mucho tiempo.

Pero la pregunta aquí es la siguiente: ¿Por qué hay que ilusionarse esta vez con 'La Maquina' ?, cada año se promete lo mismo y se ha escuchado tantas veces que parece que una grabadora suena en la mente de la nación celeste y vuelve a depositar su fe en un equipo que al final de cada temporada vuelve a quebrarle el corazón a esas personas tan nobles que siguen al equipo a todas partes, ¿Qué hace diferente esta ocasión a la de las demás?, para empezar los jugadores han mostrado una actitud muy diferente a la del pasado, en propias palabras de Jémez estos jugadores ya saben que no han hecho lo suficiente por el club pero que tienen el talento para lograr cosas únicas, se ha formado una gran mancuerna entre directiva y técnico, como resultado de esto se ha armado una de las plantillas más fuertes de la Liga algo que no se ha visto desde hace años, una apertura hacia el público que se había estado desgastando pero sobre todo un clima relajado, acompañado con una actitud ganadora y con deseos de romper la sequía.

Es ahora o nunca para Cruz Azul, el momento oportuno para romper todos estos vicios que lo han orillado a perder el protagonismo, incluso que ha empezado a cuestionar a los medios sobre si merece llamarse un club “Grande”, la cura esta en las manos del equipo de curar de una vez por todas a este enfermo en estado crítico y coronar de manera imponente a un club que está por cumplir 90 años de existencia.