La noche de este sábado, Antonio 'Turco' Mohamed tuvo un buen regalo, quizá no tan esperado, y es que se metió a la ya no tan complicada cancha del Nou Camo para vencer 2-1 al Club León, a pesar de tener una desventaja numérica durante gran parte del partido. Con esto, su equipo, los Rayados de Monterrey, aseguraron Liguilla. Fue una noche redonda para los regios.

El duelo se esperaba intenso, incluso catalogado como "de poder a poder" por uno de los entrenadores, y así comenzó a ser desde el inicio, puesto que apenas al 3', 'Nacho' González ya había dado el primer aviso en el marco de Orozco, quien atajó de manera espectacular un remate bastante picado y con potencia.

Y de aviso, pasó a gol. Al 8', Elías Hernández, que ya había tenido dos muy buenos desbordes, llegó a línea de fondo y centró justo a la cabeza de Maxi Moralez, quien, a pesar de su baja estatura, hizo un gran remate para vencer al guardameta.

El marcador se abrió rápido y el súper líder no podía quedarse de brazos cruzados, así es que poco tiempo pasó para que Funes Mori pusiera en severos aprietos a Yarbrough, quien concedió rebote tras un cabezazo del argentino pero luego tapó un remate de Pabón en segunda instancia.

La intensidad y nerviosismo predominaba, y es que ambas escuadras buscaron de distintas formas perforar el arco rival, algo que consiguió Mauro Boselli sobre la recta final del primer lapso, aunque en fuera de lugar; por tanto, fue invalidada la anotación. 

Para el complemento, el arranque le daba un panorama alentador para la Fiera, y es que, por reclamos, Rogelio Funes Mori salió expulsado. Previamente, a Boselli se le había anulado un tanto por un nuevo fuera de lugar.

Llegó el 20' y las emociones se prendieron; primero por un disparo de Elías que se estrelló en el travesaño, y luego por un soberbio gol de Aldo de Nigris, que entró de cambio y la clavó en el ángulo. 

A medida que pasaban los minutos, el conjunto de Mohamed se iba asentando en el terreno de juego, dándole complicaciones a León a la hora de generar jugadas. Tena, buscando solución, hizo ingresar a Cano y a Cuevas para refrescar el ataque.

El local pudo hacerse de la pelota, pero no veía por dónde ingresar al área, así que la desesperación comenzaba a aparecer y obligaba a meter disparos sin dirección alguna. 

Lo bueno resultó para la visita, ya que al 84', José María Basanta sorprendió en una pelota parada y de cabeza puso el segundo en la pizarra. Era la voltereta y el desastre verdiblanco.

Al final, los Panzas Verdes quisieron morirse de algo y se fueron al frente, pero el tiempo y la solidez mostrada por parte de la zaga regia, se encargaron de darle una nueva derrota como local, una nueva derrota en la era Tena que parece se pone a tambalear.