Bastante destacadas las formas que mostró el León este sábado ante el América, sin embargo, el resultado no termina por ser del todo bueno. El cuadro de Javier Torrente igualó a un tanto ante el de Ricardo La Volpe, en cotejo que se vio condicionado por la expulsión de un hombre desde temprano y que le exigió al local dar el doble de esfuerzo para no perder. El final fue agridulce.

De dominio alterno fue el primer tiempo en el Nou Camp, pero eso sí, con muchas emociones en la grada e incertidumbre por ver cuál de los dos equipos podría salir del bache. Primero avisó el León mediante González, quien se levantó en tiro de esquina y puso el balón en el travesaño del arco defendido por Marchesín; esto, sobre los 10 minutos.

Posteriormente la Fiera sufrió la expulsión de Jorge Pereyra, dudosa para muchos, luego de un pisotón propinado a Samudio, quien amenazaba con acompañar en la banca a Ibarra, que había salido lesionado. Luego de esto, el trámite tomó un nuevo ritmo y fueron las Águilas quienes comenzaron a generar peligro en el marco verde.

Tras un emparejamiento en las acciones y apreciando un partido de ‘toma y daca’, Mauro Boselli empujó el esférico sobre la línea luego de que Burdisso recentrara en el cobro de un córner al 44’. Era el 1-0 que hacía estallar a la afición verde que se dio cita en un dividido Nou Camp y el noveno en su cuenta personal ante el cuadro amarillo, que es ya su cliente preferido.

La respuesta americanista llegó justo en el arranque del complemento. Bruno Valdez, con un sólido cabezazo frente al arquero, terminó liquidando una jugada colectiva en la que se dio una serie de rebotes. El empate había llegado rápido y en el mejor momento para el cuadro de Ricardo La Volpe, quien se dio el lujo de debutar a su juvenil Diego Lainez.

Un duelo de ir y venir también se percibió durante el complemento, con más presión en la zona leonesa que en la visitante. Entre noticias como la fractura de peroné de Renato Ibarra por parte de América y acciones de Ricardo La Volpe contra la gente leonesa, el partido se pintó color de hormiga y terminó con una emocionante igualada a uno, con sabor a derrota para la visita y de mucho honor para los verdes, que jugaron con uno menos durante más de tres cuartos del tiempo.