No hubo Liguilla, tampoco último triunfo. De manera triste, muy triste se despidió el León de su gente y del Clausura 2017 ante Cruz Azul, que con todo y todo, se metió al Nou Camp para llevarse un triunfo de 2-1, en lo que fue una noche más de dolor para la gente verdiblanca, que ahora sí estalló y tundió con abucheos a sus jugadores y técnicos.

Sin nada qué ganar, pero mucho orgullo por defender, verdes y azules se enfrentaron en un muy movido partido. Los espectadores fueron testigo de un trepidante primer tiempo, y es que apenas al 5’ Mauro Boselli ya había adelantado al local luego de la marcación de un penal que colocó en la red lateral del marco defendido por Guillermo Allison, que entró sustituyendo de última hora a Jesús Corona.

El grito y la explosión había llegado rápido al Nou Camp, sin embargo Jorge ‘el Conejo’ Benítez se encargó de silenciarlo al 9’, luego de que se fabricara una gran jugada individual y venciera al arquero leonés en el área chica. El empate se dio rápido, mucho beneficio para Cruz Azul que comenzó a llevar el dominio del esférico.

Todavía pasados los 20’, Elías tuvo para ponerle en bandeja de plata el doblete a Boselli, sin embargo prefirió hacer la individual en un contragolpe y dejó ir el segundo en el disparo. Así, en esta misma sintonía se fueron los primeros 45 minutos de partido, con dos equipos que buscaban maquillar un poco el desastroso torneo que tuvieron.

Para el complemento no cambió mucho la situación; a minutos de haberlo arrancado, se señaló pena máxima en contra del León, mal aprovechado por Ángel Mena que metió un tiro flojo y permitió a William Yarbrough recostarse sobre su izquierda para quedarse con la redonda. Pero no tardó mucho en responder ‘la Máquina de Jémez’, puesto que al 55’ el chileno Francisco Silva metió disparo al ángulo desde fuera del área.

La afición esmeralda se volvió a prender al 65’, pero no por una anotación, sino por la salida de Carlos Peña, quien se llevó abucheos pero en serio luego de que en una jugada previa fallara el que pudo ser el de la igualada, tras una excelsa jugada individual del ‘Rifle’ Andrade. Sobre la recta final, la Fiera se mostró con decisión en búsqueda del resultado, sin embargo entre Elías y Cano dejaron ir la oportunidad.

La costumbre de buscar la igualada o el triunfo sobre la hora le terminó pesando al León, y es que el tiempo una vez más fue su principal rival y el que dictaminó la poco servible, pero valiosa victoria celeste y de Paco Jémez. Se cerró un torneo para el olvido de la Fiera, con cuestiones negativas por todos lados; ahora, lo que corresponde es planear y ponerse a trabajar de buena forma.