Los resultados llegan, el rumbo se va encaminando. O al menos así parece la situación del León, que la noche de este miércoles y en una noche lluviosa, fría para su gente, supo responder al apoyo y venció en la Copa MX al Veracruz, que se vio afectado por las condiciones del campo. Una alegría más para Javier Torrente, quien tomó un respiro grandísimo tras vencer a Necaxa el fin de semana.

Un duelo pasado por agua, literalmente, afectado en su totalidad, ya que desde el pitazo inicial la redonda no podía hacer el giro normal. Precisamente eso, el agua, impidió al 'Tibu' hacer una salida y terminó siendo un infortunio, cuando ‘Sema’ intentó retrasar para Melitón y el esférico quedó atorado en un charco; esto lo aprovechó perfecto Álvaro Ramos para meter un cañonazo por encima del arquero. Era el 1-0 apenas al 4’.

Pese a haber un trámite de juego bastante trabado dada la cantidad de agua que caía sobre el césped, la Fiera pudo asentarse de a poco y adaptarse a las condiciones. Así, con intentos por los costados, puso el 2-0 al 20’, gracias a un disparo de Maxi Cerato al límite del área chica y luego de que Christian Torres supiera retener el esférico luego de varios rebotes en un córner. La afición, que vaya que sufría por el frío, gritó eufórica el tanto de su equipo.

Sobre el final del primer lapso los Tiburones intentaron poner en aprietos a Yarbrough, muy especialmente con disparos de larga distancia buscando que le hiciera un bote y así se incrustara en el arco, cosa que no sucedió. Sin mucho espectáculo y con ya dos goles en la pizarra, se fueron al descanso, lógicamente, con buenas sensaciones entre el público presente.

Pasados los 70’, Juan Cornejo inició una muy buena jugada colectiva donde se combinó con ‘Rifle’ y él mismo la culminó con un disparo que amenazaba con meterse al ángulo del arco defendido por Melitón, quien tuvo una reacción felina y se lanzó sobre la redonda para desviarla. Posteriormente, Ramos tuvo una barrida en donde sorpresivamente no pudo empujarla, luego de un centro medido de Cerato.

Torrente decidió enviar a Montes y Boselli ya sobre la hora, para intentar amarrar un tanto que le diera mayor contundencia al resultado. Sin embargo, entre resbalones y falta de certeza al definir, esas ocasiones diluyeron y la pizarra no se movió más. Una victoria valiosa, sobre todo en lo anímico, pues en lo futbolístico no se podrán sacar muchas conclusiones; la verdadera prueba para los del bajío será este sábado cuando reciban a Rayados de Monterrey.