El juego entre Lobos BUAP y los Tigres UANL prometían emociones al tener dos equipos con una iniciativa ofensiva.

Como parte de esta jornada doble, el actual monarca del fútbol mexicano visitó la Angelópolis por segunda ocasión buscando salir vivo de la casa de los licántropos que necesitan sumar puntos como sea para evitar vivir a tope la presión por el no descenso. 

El arranque del juego no tenía un equipo dominador, la propuesta de Lobos BUAP por querer ser protagonista en su cancha y con su gente se fue diluyendo al paso de los minutos al chocar constantemente con la estrategia de 'Tuca' Ferreti.

Los Tigres seguían mostrando la falta de ritmo que los ha caracterizado en las últimas fechas, muestra de ello la poca actividad que tenía André-Pierre Gignac en el área contraria. 

El juego no mostraba grandes emociones pero al minuto 20' las cosas cambiarían para los visitantes tras la expulsión de Rafael de Souza por una fuerte entrada.

El cuadro felino tuvo que rearmarse tras perder a un hombre de medio campo mientras que los licántropos buscaban aprovechar esos huecos que dejarían los Tigres por el resto del partido.  

Sin embargo, pasaban los minutos y el cuadro de Rafael Puente del Rio no encontraban la manera de hacer daño al equipo felino, poco a poco se fue diluyendo el juego hasta llegar al final de la primera parte sin goles. 

El complemento, el cuadro local mostró una cara mucho más agresiva mientras que los felinos buscaban esperar un error del equipo local para hacerse de un contragolpe fatal. 

Debido al planteamiento de Ricardo Ferretti y las pocas modificaciones que tuvieron los cambios de Lobos BUAP el juego fue perdiendo ritmo y emoción.

Por más que Lobos intentaba hacer daño ninguna pelota asustaba a Nahuel Guzmán, por el lado licántropo se mantenían alertas por alguna genialidad del francés, por suerte eso no ocurrió.

Con este resultado Lobos BUAP suma un punto más en la tabla general mientras que los tigres hilvanan su segundo empate consecutivo.  

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Sobre el autor
Gerardo Cano
De la tierra del camote. El fútbol no lo llevo en las piernas, lo llevo en el corazón.