En gran medida, los festejos de este sábado por la salvación michoacana se deben al cancerbero canterano Felipe Rodríguez, pues fue una pieza base para cimentar la salvación de Monarcas Morelia.

Miembro de la oncena de arranque durante las primeras 15 jornadas, una de las claves que debemos de recordar es aquel penal atajado a los Jaguares de Chiapas en la Selva Lancandona, lo que significaría el principio del doloroso descenso de los chiapanecos.

De corazón rojiamarillo desde los inicios de su carrera hace ya quince años, hay una historia de sacrificios y logros que merece la pena dar a conocer.

Rodríguez cuenta entre sus logros los campeonatos con el conjunto monarca en cuarta, tercera y segunda división, lo que llamó la atención de los directivos y ayudó a su ascenso dentro de la misma institución, consiguiendo el soñado debut en primera en el 2009, donde pudo sacar el triunfo 3-1 contra el ‘Rebaño’ del ‘Chicharito’.

De inmediato, los directivos del ‘Tricolor’ notaron su talento y lo llamaron a formar parte de las Selecciones menores Sub-20, 21, 22 y 23, pero desgraciadamente sólo puede contar con una única convocatoria a la mayor, representando a México, en Copa América en el 2011 en Argentina.

Foto: FMF
Foto: FMF

En el 2013, Rodríguez logró hacerse del récord de más minutos sin recibir gol en la Copa Mx, lo que terminó por significar el título con el conjunto rojiamarillo. Un año después, pudo hacerse de otro trofeo ganando la Súper Copa al vencer a los Tigres.

Para el Apertura 2016, la Liga Bancomer MX lo colocó en el once ideal por tres jornadas, las fechas cinco, seis y once. Para el Clausura 2017 figuró como el mejor arquero en las jornadas uno, seis (donde detuvo aquel penal a Jaguares, regalando oxígeno puro para la salvación purépecha); Jornada 9, 10 y 11.

También en este Clausura 2017, logró destacar con sus atajadas entre lo mejor de 12 de las 15 jornadas que jugó. Además, pudo mantener su portería en ceros en seis ocasiones, logrando acumular 360 minutos consecutivos sin recibir gol.

Lamentablemente para él, una decisión técnica, quizá más por cábala que por rendimiento en el juego, hizo que se quedara en la banca durante los dos últimos encuentro del torneo regular, sin embargo, esas noches de vuelos mágicos e impresionantes atajadas, no solo hicieron que Monarcas se mantuviera en la élite del futbol nacional, también le ayudaron al equipo a formar una nueva ilusión accediendo a la Liguilla para perseguir el campeonato de la Liga MX.