El reto más importante para Monarcas Morelia comenzaba en el Clausura 2017 donde el único y más grande objetivo era claro: lograr la permanencia en Primera División, después de torneos desastrosos que lo mantenían en el sótano de la tabla porcentual la luz parecía llegar cuando Enrique Meza estuvo al frente del conjunto michoacano, sin embargo antes de finalizar el Apertura 2016 fue cesado y los purépechas quedaron sin timonel.

Fue en el mes de diciembre cuando los directivos del club anunciaron a Pablo Marini como el encargado de sacar a flote al equipo, esto debido a su profesionalismo señalado en un comunicado de prensa:

"En Monarcas Morelia estamos convencidos que la permanencia se logrará con un plantel comprometido y que luche hasta el último aliento, por ello el director técnico Pablo Marini es la persona indicada para llevar por buen camino a nuestra escuadra en la lucha por la salvación en el Clausura 2017".

Las cosas comenzaron bien con un triunfo en casa ante Xolos de Tijuana por lo que las dudas que giraban en torno a la contratación comenzaban a desaparecer, pero la alegría no duró mucho ya que en la Jornada 2 se empató con Gallos Blancos y se vino el declive del equipo.

No había margen de error y después de que en 5 jornadas acumuló 1 victoria, 2 empates y 2 derrotas, con lo que sumaba 5 puntos y se encontraban en el lugar 13 de la tabla general, se anunció la salida de Marini del Equipo de la Fuerza.

No fue la posición en la tabla general lo que preocupó en el interior del club sino la separación que existía entre ellos y los equipos que peleaban por mantener la categoría ya que hasta ese momento se encontraban a 6 puntos de Veracruz, quienes sumaron puntos importantes para despegarse de los rojiamarillos.

Las críticas no se hicieron esperar, la desesperación también se hizo latente, ¿Fue un error la contratación? ¿Se podrán reponer de esta situación? ¿Quién llegará a tomar las riendas del equipo? Estas fueron algunas de las preguntas que rondaron al cuadro michoacano pero lo que si era seguro es que no fue el momento de Marini para hacer historia con los purépechas.