Monarcas Morelia continúa intentando escribir nueva historia en el Apertura 2017, certamen en el que, después de dejar de lado las presiones de la tabla porcentual, tan constantes en años anteriores, hoy se está cumpliendo con lo que se esperaba de una plantilla con tal calidad, que se encuentra sin la tensión de saber que cada partido es vital para pelear por la permanencia, orillándose por buscar recuperar la ilusión que generaba aquel equipo competitivo, invitado constante en Liguillas.

Hoy el camino rumbo a la Final se ve como algo poco claro, después de la derrota sufrida en casa por la mínima diferencia, ahora ‘La Monarquía’ se debe jugar la vida en el Estadio BBVA Bancomer. Visitar al que supone el rival a vencer de todo el semestre resulta hasta cierto punto desconsolador para una parte de la afición, aunque tampoco está nada escrito en el mundo de los deportes en especial cuando ya antes pudieron sacar el resultado importante cuando se necesitó una victoria en ese territorio.

Se hace necesario entonces traer a la memoria aquel encuentro de la última fecha en el Clausura 2017, cuando sacar los tres puntos era la única opción de los pupilos de Roberto Hernández para no bajar al Ascenso MX. En aquel entonces la esperanza surgió y se perdió con anotaciones de Lezcano y Pabón, que tuvieron muchos minutos se diferencia entre ambos, pero se sintieron como casi instantáneos con la montaña rusa de emociones con la que se tornó la sultana del norte aquella noche.

Dos centros de Vilchis hicieron la diferencia, el gol agónico de Raúl Ruidíaz gestó una de las victorias más épocas para los ‘Rojiamarillos’ en la historia; lo que 5 minutos antes parecía imposible, ya un hecho, cambió de un modo que pocos se imaginaron, demostrando que todo puede pasar, sin importar la circunstancia.

Es cierto que, en cuanto a momento de juego, ninguno de los dos es igual a ese momento, no obstante, una realidad es que la enseñanza de no dar nada por sentado, aun cuando pareciera ya estarlo, es lo que más se rescata de aquel juego, entendiendo que si ya en una oportunidad se hizo lo imposible en la aduana de este domingo, bien se puede recetar la misma dosis

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