Este Necaxa se ha vuelto impredecible hasta para si mismo, ya que vaticinar un resultado de los Rayos se ha vuelto en algo digno de los gurús de apuestas. Cuando parece que despuntará por resultados conseguidos ante equipos de peso, cae ante equipos cuyo paso es de regular a malo; el más sonado caso es el del pasado fin de semana, donde cayeron ante el quinceavo lugar de la clasificación.

En relación al torneo pasado, en este se encuentra una posición más abajo, pero con la misma cantidad de puntos. Lo que ahora lo condena a estar en la décimo quinta posición es una de las claves de su paso actual: su poca solidez defensiva. Si algo había caracterizado a este Necaxa, y, en general, a los equipos de Sosa, era la solvencia en la última línea, cosa que se ha perdido en las últimas fechas.

Ha recibido hasta hoy 11 goles, mientras que en el torneo pasado, transcurridas siete jornadas, solo había recibido siete. De un promedio de gol recibido por encuentro, a estar más cerca de llegar a 2. ¿Qué ha sucedido en la última línea? Es exactamente la misma defensa, salvo que ahora Severo Meza relevó a Brayan Beckeles.

Han sido más los lamentos que los festejos | Foto: Diego Topete
Han sido más los lamentos que los festejos | Foto: Diego Topete

En otro tenor, Necaxa perdió tan sólo tres partidos en toda la fase regular del torneo pasado, mientras que estando a prácticamente la mitad del actual, ya rebasó esa marca, y ha llegado a cuatro, las que tuvo en todo el Apertura 2016, si contamos la liguilla. De tener 4 derrotas en 21 partidos en el Apertura 2016, a tener la misma cifra pero con la tercera parte de partidos disputados.

Se puede debatir que la ausencia de Puch en las primeras jornadas afectó el arranque del Necaxa, pero es un hecho que el andino, aunque es muy desequilibrante, no puede sólo, y en ocasiones, se pierde en los partidos. Y aún eso se ha reflejado en la tabla, ya que el haber anotado sólo seis goles en todo el torneo, lleva al Necaxa a tener un promedio menos al gol por partido.

Aunque el líder de este conjunto es tal vez el principal responsable. Alfonso Sosa ha demostrado en más de una ocasión no tener manejo de partido, ya que basta con ir adelante para retrasar todas las líneas y defender en su área, lo que el certamen pasado llegó a costarle valiosos puntos, que bien pudieron significar una mejor posición en la tabla tanto del torneo, como la de cocientes.

El Necaxa ha perdido el rumbo, y se ha vuelto en un conjunto errático, capaz de vencer al rival más complicado, como ser humillado por el que aparenta ser el más vulnerable. Tanto en el banquillo, como en la grama, hay potencial para solventar esta situación, y se ha demostrado en más de una ocasión, pero ¿qué será necesario para que este barco albirrojo llegue a buen puerto?