No han sido pocas las veces que los Rayos han perdido la pelota en zona de seguridad, en pases de rutina o por falta de comunicación, también han sido frecuentes los lapsos en que han tenido que defender con sus defensas o incluso su portero, porque el rival los asfixia y aún en los rebotes y despejes, los rojiblancos están un tiempo atrás.

Todos esos son síntomas y muestras de una línea de centrocampistas que no ha sido capaz de retener el balón, hacerlo circular por el terreno de juego y entregárselo a los delanteros; condiciones que lo tienen como el 5° equipo con menos pases completos de toda la Liga y penúltimos de la Tabla General.

Un Xavier Báez que camina sobre el centro del campo sin saber ubicarse y ser útil para sus compañeros, Manuel Iturra que, aunque recupera la bola, también la regala en su propio campo, y Felipe Gallegos que aún aprovechando la banda izquierda, generalmente falla en el último toque, el más importante. Por supuesto que la situación actual del equipo no es enteramente responsabilidad de esa terna, pero el corazón y la cintura siempre serán el timón de un equipo.

Estos tres jugadores que en el AP16 se movían en bloque y junto con la defensa conformaban una muralla, han perdido la brújula y la unión que les dio la fuerza el semestre anterior; quizás perder la zona de confort y una mayor competencia interna es lo que se necesita para elevar el nivel de cada jugador, ya que el último refuerzo que llegó para el mediocampo necaxista fue precisamente Manuel Iturra en el pasado mercado de fichajes veraniego.