En el futbol hay ocasiones en que a pesar de que un jugador muestre en la cancha aptitudes, las oportunidades escasean por diversos factores, como el no ser compatible en el esquema táctico del equipo o no ser del agrado del técnico, y ese es el caso del mediocampista uruguayo, Diego Riolfo, quien parece no contar para Alfonso Sosa, al tener cero minutos en el Clausura 2017.

El camiseta #10 arribó con los Rayos del Necaxa como unos de los refuerzos para afrontar su regreso a la Liga MX, proveniente del Montevideo Wanderers, donde había tenido un buen desempeño, tanto en el torneo local, como en la Copa Libertadores.

Ya en el Apertura 2016 con los rojiblancos, el charrúa solo fue titular un partido (ante Pachuca en la tercera fecha) y salió desde la banca en nueve ocasiones, para solo disputar 171 minutos en el torneo, a pesar de dar señas de sus habilidades.

Para el Clausura 2017 y con la llegada de tres extranjeros más (Maturana, Aguirre, Barreiro) al plantel necaxista, el uruguayo ha sido el sacrificado en casi todas las convocatorias y solo ha visto acción en la Copa MX, donde volvió a dar muestras de buen futbol al marcar tres goles ante Potros UAEM y demostrar ser un elemento que fácilmente tiene el nivel para jugar en la Liga MX.

Ante la reanudación del torneo local después de la fecha FIFA, y el paso irregular del Necaxa (suma 10 de 30 puntos posibles), el originario de Montevideo podría ser un revulsivo para los Rayos al jugar al lado de Edson Puch por las bandas (como ya pasó en Copa) o por el centro del campo, ante la baja de juego de varios elementos.

Aunque, al revisar los antecedentes, y el esquema de Alfonso Sosa  que se caracteriza por ser rígido y carente de variantes, la situación del extremo podría no cambiar y llevarlo a convertirse en una de las bajas anticipadas para los de Aguascalientes de cara al próximo certamen, debido a que, para un futbolista, lo más valioso es contar con minutos para demostrar su valía.