Ya con tres juegos en lo que va del torneo, podemos evaluar por completo al equipo necaxista. Una defensa sólida, un ataque débil. Es cierto, el resultado ante Chivas fue empate a 2 goles, con una gran reacción para venir de atrás y empatar, pero el ataque de Necaxa duró lo suficiente para empatar y ya no volvió a aparecer en todo el juego, en cambio la defensiva aguantó que ya no hubiera más goles en contra.
Un infierno de 20 minutos
El comienzo del partido fue tortuoso para los de Aguascalientes, el primer gol tapatío llegó al minuto 8. Nadie puedo detener a Rodolfo Pizarro, generador de ambos goles. Sí bien, es conocido que Chivas siempre tiene poderosos arranques, Necaxa no supo detenerlos, y en el pecado llevó la penitencia, aunque Barovero salvó por lo menos un par goles.
Luis Pérez, el hombre clave
El volante de contención se vio nuevamente bien, defendió y dio equilibrio al mediocampo visitante, además participó con el gol del empate, cuan delantero envidiaría el regate y definición del casaca 6.
Una vez más, Barovero
¿Cuántas veces lo tenemos que decir? Barovero fue la figura de Necaxa, aunque es su trabajo evitar goles, ‘Trapito’ hace un poco más y evita no sólo derrotas, sino hasta goleadas. Un guardameta que produce más que cualquier goleador que se pueda tener.
González es el ‘9’ que se necesitaba
Se hablaba de la falta de un centro delantero, tanto que para este torneo llegaron 3, y el que ha ganado la partida es el paraguayo Carlos González, siendo un hombre que pelea, y define en momentos claves. Ante Chivas, él sólo produjo el primer gol que motivó a la reacción hidrocálida.
Cambios improductivos
¿Culpa de Ambríz o los jugadores? Ni Daniel Álvarez ni Pablo Velázquez aportaron al equipo entrando de cambio, es más, ni se notaron en la cancha, sino hasta que el ‘Fideo’ fue amonestado, nos acordamos de que había entrado.