Mucho dice de un equipo el como se comporta su sector ofensivo, ya que todo equipo vive de goles, y Necaxa tiene casi año y medio haciendo lo mínimo indispensable para cumplir en ese ámbito. Desde su ascenso, ha anotado 42 goles en 43 partidos de fase regular, demostrando que su fuerte no es el saber atacar.

A su vez, su defensa y arco se han comportado a la altura, ya que ha recibido 41 goles en mismo número de encuentros, apenas generando un +1 como balance general. Pero preocupa sin duda su poca presencia en la portería contraria, un mal que parecía que le Necaxa se quitaría con la llegada de un nuevo técnico para este Apertura 2017: Ignacio Ambriz.

Pero a la largo de 13 jornadas, lo único que se puede constatar es que el mal sigue siendo el mismo. Aunque si de algo se le puede excusar a Ambriz es de no contar con un jugador con el desequilibrio y clase de Edson Puch, que cargó en gran parte con la cuota goleadora del Necaxa de Alfonso Sosa. Además, la delantera es general lucia con mayor calidad el torneo pasado para los Rayos, en el que irónicamente tuvo su peor cuota goleadora, al contar con elementos como Barreiro o Maturana.

En la actualidad, Necaxa cuenta con jugadores como Carlos González, que no ha terminado de demostrar el porque vino a México; Jesús Isijara, que lentamente ha sido relegado a entrar de cambio; Pablo Velázquez, que si bien ha hecho goles que han significado puntos importantes, pasa desapercibido gran parte de los partidos; Martín Barragán, que solo ha sido útil en Copa; Claudio Riaño, que ha padecido una lesión todo el torneo y caso aparte son los de Othoniel Arce y Facundo Pereyra, que han estado borrados para el técnico todo el torneo.

Mucho dice que uno de los goleadores del equipo sea el canterano Luis Pérez, un mediocampista de características defensivas. De seguir con esta inercia, los Rayos tendrían que ver la liguilla desde casa, ya que se antoja complicado que con los rivales que tiene en puerta, pueda aspirar a ganar por la mínima diferencia.