Tal vez usted abrió hoy el periódico y vio que los Rayos del Necaxa perdieron 1 gol a 0, frente a Tigres, y tal vez pensará que fue normal, total es contra Tigres, o que Necaxa compitió y el resultado fue apretado. Pero sí vio el partido, o con un simple resumen, sabrá lo ampliamente superado que fue Necaxa en el Volcán. Un concierto de errores que de milagro no terminó en goleada.

Una fiesta la defensa

Nunca se vio, los delanteros de Tigres hicieron lo que quisieron con la defensa rojiblanca. Tanto se ha presumido que Necaxa defiende bien, ni eso pudo hacer esta ocasión. Tigres terminó todas sus jugadas, pero sólo pudieron hacer un gol.

Barovero, nuevamente héroe

Otra vez apareció el mejor y probablemente, de los únicos jugadores rescatable en el torneo para los Rayos. No fueron muchas sus intervenciones, pero al menos evitó un par de goles más.

Dos llegadas en 90 minutos

Si hablamos de lo mal que defendió Necaxa, también hay que mencionar su pobre accionar ofensivo; durante el primer tiempo, no pasaron de la media cancha. Ya, en el segundo tiempo, tuvieron un par de llegadas, ambas vía aérea, con cabezazos de Igor Lichnovsky y Carlos González.

Práctica de tiros felinos

Parece de burla, pero Tigres practicó disparos y jugadas de ataque, paredes y pases filtrados, como si de prepararse para la liguilla se tratara. Si los delanteros regios hubieran salido un poco más finos, golean a Necaxa.

Un planteamiento reprobable

Si Nacho Ambriz planteó un parado táctico para contener a la ofensiva regia, se equivocó rotundamente. Si su estrategia era ver cuántos minutos tardaría en anotar Tigres, lo hizo bien. Tardaron 70 minutos en atinarle al marco. Tendrán que trabajar y mejorar bastante de cara a la liguilla, pues están cerca de acceder.

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Sobre el autor
Luis Aguirre
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