Mucho ya se ha hablado del buen trabajo de Pachuca en sus fuerzas básicas, labor que le ha permitido al club contar con jóvenes promesas que alumbran su camino por la Liga Bancomer. Entre esos jóvenes está Hirving Lozano (19 años), ‘El Chucky’, novel y habilidoso jugador de los Tuzos, al cual, en lo personal, no dejo de destacar.

Aficionado a las Chivas de niño, Lozano ingresó al sistema de fuerzas básicas de Pachuca a sus once años. A partir de ahí, todo ha ido muy rápido para él, pasando todas las etapas de formación del club hasta llegar a este año, 2014. Un año que, sin duda alguna, ha marcado por siempre la vida de Hirving: se convirtió en padre, debutó en Primera División, anotó sus primeros goles, jugó una final y… ¿será convocado a la Selección Nacional? Eso sólo lo sabe Miguel Herrera, más no es un secreto que tiene el radar puesto en el 8 de los Tuzos, con miras a construir dos equipos que el próximo año peleen por la Copa Oro y la Copa América.

Al respecto, muchos, tanto aficionados como periodistas, critican el hecho de que alguien tan joven pueda ser considerado para vestir la indumentaria nacional, argumentando que seguramente perderá piso, que lo único que se hace es perjudicar al jugador y que la Selección no está para ser “manoseada” por chicos que, a su juicio, no tienen un gran bagaje en el fútbol nacional. Al mismo tiempo, muchas de esas personas aplauden el hecho de que Munir El Haddadi, canterano del Barcelona con “poco recorrido” en el fútbol, sea considerado por Vicente del Bosque para el equipo español ante la baja de Diego Costa durante la pasada Fecha FIFA; es decir, está bien que se haga del otro lado del charco, pero aquí es una exageración, pues seguramente, de la noche a la mañana, el chamaco se convertirá en uno más del club de Santiago Fernández o Luis Ángel Landín.

Pero yo me pregunto: ¿acaso no un joven con tanto talento podría cambiarle la cara al equipo en ciertos momentos, tal y como lo ha hecho con su club? Y es que ni siquiera existe un jugador con sus características en la Selección Nacional, alguien que juegue por arriba del medio campo, con desborde por las bandas, velocidad y habilidad, que además tenga un muy buen toque de balón, y lo más importante: GOL; lo más cercano es Javier Aquino. Entonces, ¿por qué “matar” el talento antes de darle una oportunidad? Por momentos, me recuerda a un consagrado en Selección, que hace unos años irrumpió en la liga y rápidamente se ganó la confianza del entrenador nacional, siendo convocado al Mundial de Alemania 2006, donde sería elegido como uno de los mejores jóvenes de la justa, a pesar de sólo haber jugado unos minutos. Por su puesto, ya habrán adivinado que me refiero a Andrés Guardado, alguien que con el tiempo ha retrasado su posición, pero que ha demostrado con crecer que aquella oportunidad no lo hizo perder el piso, sino al contrario, proyectó su carrera hasta ser uno de los futbolistas mexicanos más rentables en el Viejo Continente.

Por lo pronto, su contemporáneo compañero de equipo, Rodolfo Pizarro, ya tuvo su oportunidad como internacional de México, dejando un gran sabor de boca en el cuerpo técnico, que seguramente seguirá considerándolo para convocatorias futuras. Así que el buen Hirving sólo debe esperar que las cosas se den a su tiempo, pues como él asegura que le dice el Profe Meza: “los tiempos de Dios son exactos”.

Mientras espera su tiempo, Lozano ha demostrado su valía en el Club Pachuca, acumulando cuatro tantos en el Apertura 2014, colocándolo con un promedio del 67% de efectividad en la relación tiros al arco - goles, además ha brindado una asistencia. Esto sumado a la campaña pasada, en la cual Hirving marcó dos goles, incluyendo uno en la final ante León en el Nou Camp, equipo al cual ha agarrado de cliente, pues tres de sus seis goles en Liga Bancomer han sido ante los del Bajío.

‘El Chucky’, como fue apodado por sus compañeros de fuerzas básicas debido a su gusto por espantarlos durante las concentraciones, ahora aterroriza a los defensas de la Liga Bancomer, justificando así el hecho de que el mítico Gabriel Caballero le haya cedido su legendario número 8, tras cinco años de estar retirado de la institución hidalguense. Su carrera ha ido en un ascenso sumamente veloz comparado con el promedio de los jóvenes en México, por lo que no cabe duda de que seguirá dándonos de qué hablar durante los siguientes años, seguramente por sus futuras convocatorias a Selección Nacional Mayor y por estar llamado a ser uno de los jugadores estrella de las categorías inferiores del combinado nacional, en eventos como los Centroamericanos de Veracruz 2014 y el camino hacia Río 2016.

Con la mente en el cielo y los pies en el suelo, Lozano deberá seguir cimentando su andar en el apoyo brindado por su familia, el amor inspirado por su pequeña hija y la confianza brindada por Pachuca y sus aficionados, quienes sin duda lo apoyarán en su camino a la cima y aplaudirán sus éxitos, que serán muchos… lo firmo.

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