El mejor año en la historia del Pachuca podría estar comenzando (o no). En un semestre donde los Tuzos pelearán por la Liga, Copa y el Mundial del Clubes, Jesús Martínez ha asegurado contar con el mejor plantel en la historia del club, algo con lo que la mayoría de los aficionados están de acuerdo. Aún con eso, los cambios generados hacen que cierta parte del público dude sobre el funcionamiento del equipo, sobre todo pensando en qué tanto lograrán acoplarse los nuevos refuerzos, y esto tiene una razón. 

En un pasado aún no tan lejano, aún queda en la memoria aquellas temporadas cuando Pachuca lució en el mercado adquiriendo bombas del calibre de Nery Castillo, Raúl Tamudo e incluso Fernando Cavenaghi, sin que ninguno pudiera explotar con los Tuzos o siquiera dar un pequeño gusto a la afición. Fue entonces cuando Martínez dio un carpetazo y apostó por rellenar huecos con la cantera, surgiendo hombres como Rodolfo Pizarro, a quien después se le unirían los Erick Gutiérrez e Hirving Lozano.

Sin embargo, hay motivos para creer que esta ocasión la historia puede ser distinta. El primero de ellos es a solidez del proyecto. Con ya poco más de dos años al mando de Pachuca, Diego Alonso tiene un sistema definido, donde las variantes, tanto tácticas como de hombres, están claras para todo el entorno. Esto, sin duda, ayudará que las nuevas estrellas sepan desde un inicio a qué juegan. Y en este último aspecto, también destaca la labor de Marco Garcés, directivo deportivo de la institución, quien junto a Alonso, logró elegir detalladamente cada uno de los refuerzos de acuerdo a necesidades presentes y futuras del equipo.

Así, Edson Puch llega a suplir el lugar dejado por Hirving Lozano; Keisuke Honda peleará su puesto junto al chileno y a Urretaviscaya, sin olvidar la posibilidad de arrancar desde el lugar de Érick Gutiérrez, a quien las lesiones lo alejaron el semestre pasado; Ángelo Sagal y Germán Cano brindarán variantes a la punta del ataque, complementado a Franco Jara; y Robert Herrera fungirá como un refuerzo de lujo para la zaga y un relevo de la lateral derecha.

Con todo, la prioridad de Pachuca es dar un buen torneo, calificarse a la Liguilla y pelear con todo por el título, lo cual sin duda mejorará su nivel de cara al Mundial de Clubes, donde los Tuzos buscarán no volver a hacer el oso y pelear al tú por tú por el campeonato. Por más utópico que suene, si Diego Alonso logra exprimir lo mejor de toda su plantilla y distribuye de buena forma a sus hombres, podríamos estar ante el mejor año de un equipo mexicano en la historia. Pero tiempo al tiempo.