Christian Giménez deseaba seis meses más de contrato con Cruz Azul para después colgar los tacos y seguir dentro del club en algún puesto directivo.

La directiva decidió ofrecerle un puesto dentro del organigrama celeste ahora mismo, pero jugar su último torneo era algo imposible. No es requerido en el nuevo proyecto de Pedro Caixinha y Guillermo Álvarez no quiso intervenir en la decisión técnica.

Christian llegó a la Máquina en diciembre de 2009. Con lágrimas en los ojos durante la pretemporada del Pachuca en Acapulco aceptó la noticia: cinco millones de dólares y el fichaje estaba hecho.

La historia posterior fue casi un cuento de hadas, porque el amor por la institución celeste superó lo que algún día sintió por los Tuzos. Qué ironías de la vida.

El 'Chaco' estará en el Draft; Pachuca lo buscará repatriar

Hoy fue avisado de su salida y, con información contrastada por este medio, de inmediato los Tuzos de Pachuca le ofrecieron jugar esos últimos seis meses en la que fuera su casa; el sitio donde ganó Copa Sudamericana, Liga, Concacaf, prácticamente todo.

Ahí está el futuro del 'Chaco' y la esperanza de los aficionados del Pachuca, que la perdieron cuando él declaró hace tiempo "me quiero retirar en Cruz Azul", renace para darle una despedida de manera digna, como a cualquier jugador cuyos números dentro del campo, liderazgo y empatía en la tribuna merece.

La carta de Giménez estará en el Draft, mientras Pachuca terminará su participación en el Mundial de Clubes. A falta de dos partidos esos caminos volverán a entrelazarse.

Pachuca retirará en sus filas a dos ídolos del Cruz Azul que la Máquina no quiso homenajear. Óscar Pérez y Christian Giménez. Ironías del futbol.