Era el torneo verano 99, Pachuca se encontraba peleando por un lugar en primera división, un equipo que empezaba a construir sus grandes glorias desde lugar por no descender, llegaba un argentino procedente de Morelia, sonaba que era un goleador nato, como pocos en el futbol. Andrés Fassi se encargó de contratarlo para salvar la franquicia de 2da división. Poco se hablaba de aquel sudamericano, era desconocido para los aficionados tuzos.

El torneo de presentación iniciaba para Pablito, 3 goles que ayudarían a la salvación de la categoría para lo tuzos, 17 partidos en su primer torneo, poco a poco se ganaba la confianza de Javier Aguirre y de los aficionados.

Posteriormente se ganaría su puesto como titular jugando 14 encuentros y que ayudarían a Pachuca a clasificar a liguilla, y su cuota goleadora aumentó, ayudando en 6 ocasiones para logar que Pachuca se clasificara a la gran final con el equipo de Cruz Azul, en la cual Alejandro Glaría daría la copa para los hidalguenses en el Estadio Azul.

Pablito siempre se destacaba por tener dedicación y sacrificio al momento de defender la playera de Pachuca, goles y asistencias harían crecer el cariño de la afición por él. Una delantera que junto con Alejandro Glaría y Pedro Pineda colocarían a Pachuca entre los equipos destacados de la Liga mexicana, venir al antiguo Estadio Hidalgo era una aduana difícil por cumplir.

Su último partido seria el día 28 de enero de 2001, recibiendo al equipo de Irapuato, como era costumbre Pablito sería importante para obtener una victoria, las ovaciones no se hacían esperar ante sus jugadas y regates, desafortunadamente el 29 de enero en un viaje de regreso de la ciudad de San Luis, Pablito perdería la vida junto a su esposa en un accidente automovilístico en la ciudad de Ixmiquilpan, la noticia sería una tragedia para todos los aficionados y jugadores del equipo tuzo, jamás se olvidará ese número 20 que mostraba entrega a los colores.

Su legado vive a 17 años de su partida, el jersey numero 20 retirado de la plantilla tuza y actualmente su hijo Pablo Leandro Gómez mantiene vivo ese legado, actualmente juega en el equipo sub 20 de Puebla Fc.

Pachuca siempre recordará a Pablo Hernán Gómez, un jugador único que aprendió a querer los colores tuzos.