Un simple error puede demostrar el apoyo que tienes ante los demás. Eso fue lo que le pasó a Marcelo Díaz hace unos meses, cuando perdió un balón fundamental que significó el único gol de Alemania en la final de la Copa Confederaciones y que le costó el título a Chile, lo que sería un trago amargo para el conjunto sudamericano. Era el salto de calidad que los dirigidos por Juan Antonio Pizzi buscaban para ya ser considerados 'favoritos' para la Copa del Mundo de Rusia 2018.

Al termino de esa conferencia, el estratega se refirió al craso error como "accidente" y prefirió dar el apoyo incondicional al mediocampista, quien lloró inconsolablemente en la cancha por el incidente. Nadie dudó en apoyarlo, pues saben que sin él, llegar a competir contra las potencias y ganar dos Copa América consecutivamente.

Díaz tiene 30 años, pero su momento futbolístico esta mejor que nunca a pesar de la poca actividad con el Celta de Vigo. Las lesiones que lo aquejaron le dieron la titularidad a Radoja y en el momento de su recuperación, no le alcanzó el tiempo para convencer otra vez a Berizzo. Las ganas de irse eran más grandes que trascender en España.

Un hombre que mueve equipos

El 'Chelo' debutó con Universidad de Chile en 2005. Desde joven, se le pudo ver la entrega y dedicación que tenía en sus pies. Voz de mando y seguridad con el balón controlado. Una pegada importante y una técnica espectacular en los tiros de larga distancia. Su visión de campo y la forma en como se puede echar el equipo a los hombros le otorgó el honor de que le dijeran 'el arquitecto'.

Díaz controlando el balón (Foto: Imago7)
Díaz controlando el balón (Foto: Imago7)

Y no es casualidad que su rendimiento en la Liga Chilena fuera excepcional, llegando a ganar cuatro ligas y una Copa Sudamericana. Incluso llegó a ser parte del once ideal de la Copa Libertadores del 2012. Aunque decidió irse a una liga modesta en Europa como la Superliga Suiza, su mayor dedicación sería la Selección Chilena, donde empezó a destacar, primero, en la Copa del Mundo de Brasil 2014.

La forma en como se puede echar el equipo a los hombros le otorgó el honor de que le dijeran 'el arquitecto'

Esa generación dorada de Sampaoli le dio una cátedra al continente americano en la Copa América del 2015 y le sucedió con el doblete un año después, ya en las manos de Pizzi. El andino era el centro donde giraba todo el control de balón y el que abría los espacios para que Vidal, Sánchez y Vargas hicieran las maravillas al frente y coordinara los espacios largos. La construcción del juego pasaba totalmente por su fútbol.

La joya que se lleva Pumas

Si bien, en Alemania con el Hamburgo y en España con el Celta no tuvo un paso tan bueno como en sus primeras etapas de jugador, Díaz es confiable en el lado deportivo y humano. Sabe hacer grupo y conoce las fortalezas y debilidades de sus compañeros. Por la cuestión de adaptabilidad, quizá el hecho de que no conozca el ritmo del fútbol mexicano, ahora que ficha por los Pumas de la UNAM, sea solo una pequeña barrera.

Díaz peleando el balón con Celta (Foto: Las Provincias)
Díaz peleando el balón con Celta (Foto: Las Provincias)

Marcelo llega con los universitarios de forma libre, por lo que la decisión de llegar también pudo influir por un conocido que le explique las raíces y el modo de jugar del equipo al que llega. Esto recae en Nicolás Castillo, quien pudo haber dado referencias importantes para convencerse de que, el arraigo y no el dinero, hacían grande a un jugador en el balompié azteca.

El arquitecto llega a su nueva casa en Ciudad Universitaria. El torneo comenzó, pero eso no quita que, cuando agarre ritmo, Díaz sea el hombre que equilibre la balanza que le hace falta al cuadro de Juan Francisco Palencia, quien ya no tendrá excusas para no calificar a la liguilla en el Apertura 2017 de la Liga Bancomer MX.