Muchos criticaban a Luis Noriega por sus actuaciones dentro del terreno de juego y en realidad muchos fueron sus errores, pero en realidad pocos veían las cosas buenas.

Corría la jornada cinco, Cruz Azul recibía  a Gallos Blancos y cuando mejor se veía el equipo comandado por Jaime Lozano,  llegó el mediocampista y anota un autogol, si señores, ese autogol con el que terminaba de cavar su propia tumba en la capital queretana.

Sin embargo y como  muy pocas veces pasa, el mismo jugador se quitó la espinita y anotó el tanto del empate.

Pero, ¿en realidad es el villano? Noriega es el único jugador que ha podido anotar en los últimos encuentros de Gallos, ni Villa, ni Sanvezzo han tenido la puntería fina para abrir o cerrar marcadores.

Luis Noriega ha tenido muy poco apoyo, pero, ¿recuerdan a Miguel Layún con América? Si hacia las cosas mal, lo criticaban, si lo hacía bien, era su trabajo. Creo que lo mismo le ocurre a nuestro medio.

Vemos solo las fallas de este jugador y no los aciertos que llega a tener, tampoco reconocemos que otros jugadores, con “mejores” posiciones dejan más que desear en la cancha que este mismo.

Por algo Vucetich lo tenía en el once inicial y por algo Lozano también  lo tiene en el mismo puesto, su calidad de juego ha llegado a llenarle la pupila al nuevo técnico queretano.

Pero en todo esto, en donde quedan las “estrellas”, en donde están los goleadores, por qué no se les critica a ellos por su poca productividad.

Tenemos que ver todas las posiciones, ser objetivos y criticar a los once dentro del terreno de juego, no solo uno, porque las fallas no son solo de él.

El nuevo camino está iniciando, la nueva era Lozano comienza a dar sus primeros pasos y tenemos que ser objetivos y hacer ver los errores verdaderos.