Con casi dos semanas de trabajo, el cuerpo técnico encabezado por Robert Dante Siboldi tuvo ante el Club Puebla, la oportunidad ideal para ganar en casa. Salir de la mala racha, empezar con el pie derecho su dirección técnica y brindarle confianza a un plantel habido de ella.
Pero con el empate, todas las ilusiones y expectativas creadas con el arribo emergente del argentino, se vinieron abajo. Lo peor, aparte de empatar con el equipo que venía como sotanero, no fue la igualada como tal, sino las pocas llegadas a gol de los verdiblancos en su propia cancha.
De hecho, en cuanto a intensidad, creación de jugadas y tiros a gol, los camoteros fueron superiores. Y por momentos, dominaron a Santos Laguna para merecer ganar el encuentro, siendo el jovencito Acevedo, la figura lagunera por varios momentos.
Los de la Comarca repitieron el fútbol apático mostrado hace un mes ante Toluca e hilvanaron su segundo marcador de 0-0 en calidad de local, para ofrecer nuevamente un pobre espectáculo para la afición que se hizo presente en el nuevo estadio Corona.
Se esperaría que con la llegada de nuevas ideas, los jugadores mejoraran al menos en cuanto a actitud para competir por un puesto, pero con su desenvolvimiento en el terreno evidenciaron que el cuerpo técnico del Chepo no era el responsable en su totalidad del mal momento del equipo.
Resulta extraño que mismo plantel que dio cátedra dominando a casi todos los rivales hace seis meses, ahora, no pueda conservar ese nivel que por momentos ilusionó a los aficionados. En el torneo actual, las lesiones, suspensiones, circunstancias extra cancha y la baja de juego de casi todo el plantel, tienen a una escuadra que no encuentra el rumbo a pesar de que la institución les refrescó la dirección técnica.
¿Qué cambios hizo Siboldi?
En la cuestión del entrenador, Siboldi empleó de inicio en sus primeros dos encuentros a Javier Abella, Gerardo Arteaga y Javier Cortés, elementos que tuvieron oportunidad con el anterior cuerpo técnico; mismos que relevaron a Jorge Sánchez y Gael Sandoval.
Para el partido contra Puebla, Robert se llevó las críticas al sustituir a Osvadito, Ronaldo y Djaniny, para ingresar a Dávila, Armenteros y Gael; sorprendiendo este hecho porque 'sacrificó' a sus tres futbolistas más peligrosos en el ataque cuando se pretendía ganar el partido.
Con esos cambios, más de la mitad de la afición dudó de la capacidad del estratega argentino, pero con la adición de más mediocampistas el equipo mejoró y se observó la versión más vistosa del equipo de todo el partido. Con todo y las críticas por las modificaciones aparentemente carentes de congruencia, la mano del entrenador se notó y se vio un revulsivo en el lado santista, no mucho pero algo se avanzó.
El resultado del pasado domingo evidenció que todo sigue igual
Aunque en un momento como el presente, la afición duda de todo lo realizado por los albiverdes, es la oportunidad para los jugadores de cambiar la imagen pobre que se tiene de ellos por una versión más parecida a la realidad. De lo contrario, estaremos viendo las últimas apariciones de jugadores vistiendo la camiseta del equipo del Santos.
En el caso del entrenador, es quien más debe aprovechar esta oportunidad para quedarse en el primer equipo, pues el más que todos, está consciente de que su trabajo de entrenador está a prueba. Por ello, si quiere conseguir empatía con los aficionados deberá hacer modificaciones coherentes, no ‘casarse’ con varios elementos y sacar los tres puntos para la tabla porcentual.
El resultado del pasado domingo evidenció que todo sigue igual: Siboldi no conoce la victoria en primera división, Santos continua sin ganar en casa y es casi un hecho que los Guerreros nuevamente se quedarán sin liguilla por tercer Apertura consecutivo.