Épico, intenso y sorprendente son calificativos que aplican al partido sostenido entre Santos Laguna y Tigres UANL en la Semifinal de vuelta del Clausura 2012, teniendo como premio para el vencedor el enfrentar en la Gran Final a los Rayados de Monterrey. Para muchos, por las circunstancias, el resultado de este partido es el más importante en los casi 35 años de vida de los Guerreros.

Circunstancias de ambas escuadras previas al juego

Luego de perder las finales ante Tigres del Clausura 2011 y con Rayados las del Apertura 2010 y Concachampions 2011-2012, los dirigidos por Benjamín Galindo llegaron al Clausura 2012 con sed de revancha. Para ello, se metieron a la Liguilla con 36 unidades, obteniendo de esta forma su segundo superlíderato en torneos cortos. En cuartos de final superaron a Jaguares de Chiapas.

En contraparte, los dirigidos por Ricardo Ferreti arribaron a la ‘Fiesta Grande’ como campeones vigentes. Calificaron en la quinta posición y en cuartos, eliminaron a Morelia.

En la semifinal de ida, Iván Estrada y Lucas Lobos anotaron para sellar el marcador 1-1 y dejar en suspenso al segundo finalista.

En la gran final ya se encontraban instalados los Rayados de Monterrey, quienes vencieron en semis al América. Se avecinaba la primer Final Regia de la historia, solo faltaba que el otro equipo de Nuevo León avanzara, aunque en Torreón, Santos Laguna tendría la última palabra.

Crónica del partido

Ante un pletórico estadio Corona, los locales buscaban la tercer final del recién construido TSM. Con un inicio disputado, Héctor Mancilla cabeceó al 5’ ante un centro de Carlos Salcido para darle ventaja a los felinos. Al 26’ Manuel Viniegra cedió el esférico a ‘Mancigol’ para que “recortara” a Baloy y con un punterazo de zurda anotara su segunda anotación en la noche, poniéndole la situación cuesta arriba a los verdiblancos.

Con el 2-0 los neoleoneses dominaron a placer a los de La Comarca, que esporádicamente se acercaban a la portería con remates poco inquietantes para el guardameta Enrique Palos. No se veía por dónde el superlíder le hiciera daño a la zaga comandada por Juninho. Era más probable que cayera el tercero de Tigres que el primero santista. De hecho, el capitán Lobos tuvo el gol de la final al 68’ cuando a pase de Damián, estrelló el balón en el poste a pesar de encontrarse a centímetros del arco sin portero.

Los felinos continuaron controlando el esférico hasta que al 86’ el colombiano Darwin Quintero envió un centro aéreo para que el “Hermoso” Peralta lo anidara con la cabeza en el ángulo inferior izquierdo de Palos. Esa anotación hizo volver a creer tanto a aficionados como a futbolistas que aún se podía rescatar el partido.

Tras el gol, ambos estrategas movieron sus piezas, pero mientras los jugadores se acomodaban y la afición celebraba el 1-2, Carlos Darwin volvió a hacer de las suyas por el sector izquierdo mandando un servicio al “hueco” que superó al central Ayala y que fue rematado por Oribe Peralta con un zurdazo potente para anotar el 2-2.

El festejo de ese gol es indescriptible, fue una mezcla de gozo mientras al mismo tiempo se sacaban los miedos y frustraciones de juegos anteriores. No es exagerar si decimos que esa anotación del lagunero fue gritada en igual o incluso mayor magnitud que la reacción expresada ante el gol de uno de los otros campeonatos.

Con el marcador global igualado a tres tantos, a las 21:51 horas de ese domingo, Marco Rodríguez dio el silbatazo que decretó el pase de los verdiblancos a la Gran Final gracias al primer criterio de desempate de estar mejor ubicado en la tabla general.

No hubo oportunidad para que los Tigres asimilaran como se les fue de las manos la final en 159 segundos de un juego que tenían en la bolsa. El triunfalismo y exceso de confianza ocasionaron que perdieran la eliminatoria sin ser superados en la cancha. En contraparte, los laguneros sin jugar su mejor partido aguantaron los embates y con calidad regresaron a un partido con un par de genialidades para frustrar la Final Regia y desquitarse de los dos equipos vecinos que en torneos anteriores le arrebataron la gloria.

Al término del juego ocurrió algo inusitado en el TSM, se apagaron las luces del estadio y la afición encendió las lámparas de sus celulares para aluzar como si se tratara de un concierto, todo esto mientras los jugadores celebraban en la cancha y les agradecían su apoyo. Este mismo protocolo de comunión entre equipo y afición solo se ha realizado al término de los juegos en dos ocasiones, en esa de Tigres y en la final de ida que golearon a Querétaro en el Clausura 2015.

Tres años después de este juego, la dupla que hizo posible la hazaña fue contratada por el América. (Foto: El Siglo de Torreón)

Consecuencias del resultado

El resultado de los albiverdes llenó de júbilo a sus aficionados. Esa noche del 20 de mayo del 2012, La Laguna no pudo dormir, pero en esta ocasión no se debió a la incertidumbre por los problemas de delincuencia, sino a la algarabía que sus Guerreros les brindaron gracias a un encuentro de futbol.

El éxtasis se prolongó hasta la siguiente semana cuando se “vengaron” de Rayados, el otro regiomontano derrotándolos en la gran final del campeonato mexicano en el mismo estadio Corona. Con estas victorias contra los neoleoneses y la cuarta estrella en el escudo, los laguneros refrendaron su posición como El Coloso del Norte, mote que los acompañó hasta finales de diciembre del 2017 cuando los Tigres los superaron en títulos al ganar su sexta corona.

Conclusiones

Para muchos norteños esta hazaña fue considerada como un chiripazo. Tal vez el remate de Lobos a escasos centímetros de la portería puede ser considerado como una cuestión de azar, pero eso no fue culpa de los de La Comarca, además para lograr la “buena fortuna” es necesario estar en el lugar y momento correctos. Más que por suerte, este logro lagunero se cimentó gracias a la calidad y empeño de sus jugadores que por una cuestión divina.

¿Es la remontada más grande en la historia de los verdiblancos?

Por las circunstancias que antecedían este duelo que incluía algunas finales sufridas ante los dos equipos regios puede ser. Como tal, este empate entre felinos y santistas no puede considerarse una remontada porque al final de la eliminatoria Santos no superó a Tigres en el global; sin embargo, el regreso al partido después de irlo perdiendo por desventaja de dos goles es lo que hace de este duelo, algo histórico. Santos inteligentemente jugó usando el marcador global a su favor (y eso obligaba a los Incomparables a superarlos en goles) y logró su pase a la final usando el primer criterio de desempate, es decir su posición en la tabla luego de acabar el torneo en primer lugar.

La ocasión del 2008 contra Rayados de Monterrey tampoco puede considerarse remontada por la misma razón que la de la UANL: no se superó en el global al rival en los 180 minutos. Una remontada auténtica fue la del 2009 ante el Impact de Montreal cuando avanzaron el Concachampions con un global de 5-4 requiriendo tres anotaciones para ganar la serie.

Pero el que no sea una remontada como tal, no demerita el haber avanzado frente a Tigres en la Semifinal del Clausura 2012 porque a fin de cuentas se logró el pase a la final, se consiguió el desquite frente a los regios con rumbo al cuarto campeonato y por el dramatismo vivido debido a las circunstancias que rodearon esta confrontación, puede decirse que la afición guerrera disfrutó el resultado de este juego como ningún otro en la joven pero exitosa historia del equipo.

Al término del torneo, los santistas levantaron el cuarto trofeo de la historia colocándose junto a Pachuca, Toluca y América como los únicos equipos que han roto en torneos cortos “la maldición del superlíder” coronándose en la final, luego de calificar a la liguilla como número uno. (Foto: El Siglo de Torreón)