Cuando salió a la luz pública la corrupción encontrada en la FIFA, ingenuamente pensé que el mayor organismo deportivo a nivel mundial cambiaría formas y fondos; sin embargo confieso que pequé de inocente ante tal barbarie.

¿Sigues ahí Joseph Blatter? Parece que Gianni Infantino tiene la misma escuela de relaciones públicas, políticas y mercadológicas, o cómo se debe tomar la decisión de elevar la cantidad de participantes en una justa mundialista a 48 en total, dejando atrás las 32 que de por sí ya eran polémicas por el porcentaje de partidos sin atractivo deportivo a nivel mundial.

Nunca dejaremos de lado que el futbol es un negocio, pero tomar la bandera de la “inclusión” para aumentar a la cantidad de participantes que puedan aspirar a ganar la Copa del Mundo (como si fuera cualquier cosa) es jugar con la ilusión de los países menos desarrollados en materia futbolística y capitalizados en la venta de productos oficiales, vasos, tazas, balones, peluches de las mascotas, etc., o en su defecto, en su opción a viajar a las sedes del mundial.

Es ganar-ganar en economía: la sede gana en derrama de capitales con los visitantes que asisten a la microtemporada futbolera, los turistas del pambol ganan cumpliendo el objetivo de ver a su país en un partido oficial de Copa del Mundo y la FIFA queda bien con todos por darle esta oportunidad a unos de gastar su dinero y a otros de llevárselo a la bolsa.

¿Decisión difícil? No si te interesa el Dios dinero. Lo deportivo vale un cacahuate, total siempre ganan las mismas selecciones del orbe. Pocas veces una camiseta nueva levanta la preciada copa. En las rondas importantes no falta la gran sorpresa, el “caballo negro” que se queda a medias porque esos colores de prosapia en la historia del futbol dan un golpe sobre la mesa y pone orden ante la sublevación.

(Foto: Diario de México USA)
(Foto: Diario de México USA)

El sistema será de tres equipos por grupo, con rondas de dieciseisavos hasta la final, sin empates ni tiempos extra en algunas fases y la posibilidad de que la sede mundialista se reparte entre dos o más países (Concacaf levanta la mano).

Si de por sí un partido entre Irán contra Trinidad y Tobago sólo le interesa a las naciones protagonistas, imagine usted muchos partidos más como esos. Porque si bien hay sorpresas como la de Grecia campeona de Europa en el 2004, tampoco es que sea una constante. Islandia motivó en la pasada edición del mismo torneo continental, Gales ilusionó pero no pasaron de ahí. Portugal de Cristiano Ronaldo y compañía se enfrentó a Francia, habitual asistente a esas instancias finales.

(Foto: La Refundación)
(Foto: La Refundación)

¿Es en serio que son necesarios 48 tribus en un Mundial? Por supuesto que no e Infantino cayó en el populismo de Blatter, en el capitalismo de Blatter y en la tentación del poder político que una vez encumbró Joseph Blatter.

No hay que olvidar que la FIFA tiene más países agremiados que la misma Organización de las Naciones Unidas.

Botepronto: La Femexfut feliz. Ahora hay menos probabilidades de quedar fuera de un Mundial y que se caiga el negocio local. ¡Gracias Gianni!

(Foto: Peru.com)
(Foto: Peru.com)