Llegó hace 17 años a Los Ángeles, California, un joven apenas graduado de la preparatoria, famoso por todo el país americano por haber sido adquirido por los Lakers sin siquiera haber cursado la universidad, y es que el entonces adolescente contaba con unas cualidades extraordinarias. Lo hacía todo, dribles, tiros de media distancia, mates, pero tenía una cualidad más que es lo que caracterizaría años más tarde, el chico tenía talento para cerrar partidos. 

Con lágrimas en los ojos, derrotado física y mentalmente, ayudado por muletas, triste y enojado, así salió Kobe Bryant después del partido del viernes a responder algunas preguntas. Afirmó que el sufrir esta lesión, justo antes de la postemporada, después de todo lo que ha hecho en los últimos meses para ayudar a los Lakers, es la decepción más grande que ha tenido en toda su carrera. 

Kobe Bryant, apodado "The Black Mamba", es considerado uno de los mejores 5 jugadores que han jugado jamás. Actualmente se ubica en el cuarto lugar de la lista de los máximos anotadores de la historia de este deporte, sólo detrás de Kareem Abdul Jabbar, Karl Malone y del gran Michael Jordan. Kobe es un jugador que a pesar de haber jugado mal a lo largo de 3 cuartos en un partido, él solo es capaz de cambiarte el rumbo del juego en el último cuarto, especialmente, en los últimos minutos. No le tiene miedo a la presión, él vive para eso, él no juega por dinero, tampoco porque le guste solamente, él juega simplemente para demostrar que es el mejor. 

Para todos los que hemos sido testigos de su forma de jugar, actuar y pensar, nos parece una injusticia tremenda el que se lesione así un jugador que se ha matado en la duela, en los entrenamientos y que ha respetado al máximo su profesión. ¿Qué implica esta lesión? Pues es una lesión bastante seria, el tendón de aquiles es el tendón más importante de todo el cuerpo, encargado de cargar el peso del cuerpo y de la movilidad del pie. Su ruptura requiere cirugía, misma que ya fue aplicada, pero después de la cirugía sigue un tiempo de reposo y de 6 a 9 meses de rehabilitación. 

Me llamó mucho la atención la carta que publicó en Facebook apenas unas horas después de haber sufrido la lesión. En ella, el jugador de 34 años se desahoga, expresa su tristeza, su decepción e incluso se le ve confundido, no sabe qué esperar. "¿Ahora qué se supone que haga? ¿Recuperarme y regresar en el mismo nivel a los 35 años?", se cuestionaba en la carta Kobe. Pero después de cuestionarse eso, nos comparte su "frase favorita": "Si un día me ves en una pelea contra un león, reza por el león". Esta es la mentalidad de Kobe Bryant, misma que él autodenomina como "Mamba mentality" y es precisamente esta mentalidad la que lo ha hecho tan diferente al resto. 

Jugar estando lesionado, jugar con todo y dolor, tener hambre de hacer historia, cueste lo que le cueste. En cambio, ¿cuántas veces no vemos a jugadores de fútbol en México que por más mínima molestia que sientan, deciden no jugar? El caso de Efraín Juárez, por ejemplo, quien lleva más tiempo lesionado que el que lleva jugando en América, pero eso sí, es el primero en la fila para cobrar. Este es el problema de México, queremos faltar a la escuela o al trabajo por un simple dolor de garganta, buscamos la excusa que sea para buscar safarnos de nuestras responsabilidades. Eso debe cambiar, pero ¿a cuánto estamos de distancia?

Gracias Kobe, gracias por enseñarnos que anotar una canasta con 0.8 segundos en el reloj no es imposible. Gracias por enseñarnos el camino a seguir si queremos hacer historia. Gracias por matarte en la cancha, por tratar de compartir esa mentalidad ganadora, de hambre. Estoy seguro de que una lesión no te va a retirar de la duela, no será tan fácil, tu mentalidad hará que regreses. A nosotros sólo nos queda aplicarla, creer que sí podemos hacer las cosas aunque sintamos dolor o presión. Y sobre tu regreso, nos queda esperar, los meses que sean, pero sabiendo que cuando vuelvas, lo harás como siempre lo haces, en grande. 

VAVEL Logo
Sobre el autor
Luis Fernando Correa
Redactor y editor en VAVEL México. Amante del baloncesto y del fútbol. Mis sueños siempre serán mis más grandes metas. Escribir: mi mejor terapia.