El nombre de María del Rosario Espinoza significa mencionar a una de las deportistas más importantes en la historia de nuestro país. Llegada al mundo un 29 de noviembre de 1987 en un pequeño poblado de Sinaloa llamado La Brecha, esta auténtica guerrera tendría escrito en su destino revolucionar el taekwondo mexicano.

Pero para cristalizar ese futuro brillante, María atravesó por carencias económicas, entrenamientos diarios extenuantes y temporadas alejada de su familia y amigos. Sin embargo, la recompensa valdría la pena. Esta atleta presume de algo que ninguna otra deportista nacida en territorio azteca puede jactarse, que es haberse colgado preseas áureas en todas las competencias reconocidas oficialmente en su deporte.

Campeona Mundial, campeona olímpica y más. Del Rosario es una leyenda viviente

El Campeonato Mundial de Beijing 2007 sirvió para brindarle su primer gran éxito profesional, colgándose la máxima condecoración en la prueba de -72 kilogramos venciendo a la sudcoreana Lee In-Jong.

Un par de meses más tarde, en los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro, la azteca repitió la hazaña de escuchar su nombre como triunfadora. La categoría era +67 kilogramos, teniendo como víctima a la local Natalia Falavigna.

Llegó la máxima cita del deporte: los Juegos Olímpicos. Precisamente en Beijing, la misma ciudad que le vio triunfar un año antes, y en la que repetiría la dosis.

Con sus piernas, Espinoza conquistó lo que todo atleta profesional ansía ponerse al cuello y sostener con sus manos: el oro Olímpico, imponiéndose a la noruega Nina Solheim en la final de +67 kilogramos. Se encumbró así como apenas la segunda mujer de la historia que hacía retumbar en el Olimpo las notas del Himno Nacional Mexicano, tras la levantadora de peses Soraya Jiménez en Sydney 2000.

Cuatro años más tarde, en Londres 2012, el camino le presentó un bache que le privó de poder hacerse de su segundo metal áureo, luego de una polémica decisión en su combate de cuartos de final ante la croata Milica Mandic. Por la vía del repechaje, nuestra María llenó de furia sus piernas y puños para, con la vergüenza y entrega de una campeona, quedarse con la medalla de bronce, situándola junto a la clavadista Paola Espinosa como las únicas damas en acumular preseas en dos ediciones diferentes de Juegos Olímpicos.

Su experiencia más reciente en Juegos Centroamericanos y del Caribe data de hace cuatro años en Mayagüez, en donde la sinaloense llegó a lo más alto del podio en la categoría de hasta 73 kilogramos. En su camino al primer lugar, derrotó a la dominicana Candy Lorenzo y a la colombiana Sandra Venegas.

María del Rosario Espinoza, con su 1,73m y 69kg, es un monumento a la perseverancia, a la disciplina y al talento bien encausado en favor de una disciplina deportiva. Los logros son suyos, las alegrías, las tristezas, la risa y el llanto en esta travesía son de ella solamente, pero todos los mexicanos deseamos gritar de júbilo en Veracruz 2014 viéndola nuevamente en la cumbre.

Deporte Taekwondo
Fecha a competir 15 al 18 de noviembre
Recinto de la competencia World Trade Center