La baja organización y difusión de las competencias estudiantiles, las contadas instituciones educativas que aportan al deporte o cualquier otra situación que vaya de la mano, han hecho que el deporte universitario en México esté en segundo o hasta en tercer término en importancia, lo que provoca que no se despegue al nivel deportivo deseado.
Aun así, la experiencia de los entrenadores, la dedicación de los jóvenes y el apoyo que otorgan las autoridades han mantenido viva la llama del estudiante-deportista, quienes suelen estar en activo y, si se les otorga lo necesario, hasta fogueo internacional.
Los Juegos Centroamericanos y del Caribe, al tener menos países afiliados y ser una competencia parte del proceso para los Panamericanos y las olimpiadas permiten ser la ventana para que los universitarios se demuestren y pasen el primer filtro, a dos años de la máxima justa deportiva a nivel mundial.
Los JCC actuán como el primer filtro hacia el sueño olímpico
En México la mayor competencia de nivel estudiantil es la Universiada Nacional, la cual reune anualmente a más de 6 mil deportistas de aproximadamente 200 instituciones educativas, que abarca desde las más pequeñas en alumnado hasta las privadas y públicas numerosas.
Por lo tanto, dicha competencia, completamente amateur, es el producto de los programas deportivos universitarios, que en ocasiones, contemplan fogueo internacional a sus atletas, lo que los hace destacar y ser llamados a su respectiva Selección Mexicana.
La Universiada cuenta con 18 disciplinas, de las cuales 15 son centroamericanas: atletismo, balonmano, baloncesto, beisbol, futbol, levantamiento de pesas, judo, karate, taekwondo, tenis, tenis de mesa, tiro con arco, triatlón, voleibol de playa y voleibol sala; siendo el ajedrez, futbol rápido y gimnasia aeróbica las que no entran en la justa continental.
El beisbol y futbol varonil resultan ser excepciones, dado que existe la suficiente profesionalización para formar el representativo nacional, por lo que no hay necesidad de recurrir a las universidades.
La UANL aportará 15 atletas a la delegación mexicana en Veracruz
El mejor ejemplo de un combinado universitario es el atletismo, en el que la Universidad Autónoma de Nuevo León -campeona de la Universiada en 11 de las 18 ediciones- y de las potencias en el deporte aporta 15 atletas, donde también hay alumnos del Tecnológico de Monterrey y la UNAM.
En el caso de los deportes en conjunto, se espera que el balonmano, así como el voleibol, tanto de sala como de playa, también contará con base universitaria, donde de nueva cuenta la Autónoma de Nuevo León lleva mano con nueve elementos en ambas ramas, así como el entrenador Jorge Azair López.
En el basquetbol, se esperan más estudiantes en la rama femenil, debido a que los Juegos Centroamericanos no son reconocidos por la Federación Mundial de Baloncesto (FIBA, por sus siglas en inglés), lo que dificultará que jugadores como Gustavo Ayón, elemento del Real Madrid, puedan participar en este certamen.
La Selección de futbol femenil contará con jugadoras, sobre todo, que juegan con universidades de Estados Unidos, tal y como sucede en la Selección Mayor, ya que a diferencia del varonil, aquí no habrá límite de edad.
En el resto de las disciplinas, se mezcla el trabajo universitario con el estatal, sobre todo cuando se habla de las artes marciales y los deportes acuáticos, puesto que la infraestructura en las universidades más pequeñas suele ser insuficiente.
Veracruz es la próxima cita para las Selecciones Mexicanas y aunque el país no cuenta con terreno profesional en todos los deportes, muchas promesas universitarias que tendrán su vitrina perfecta para seguir haciendo ruido rumbo a los Juegos Panamericanos y olimpiadas