México lloró en este 2014, por un sin fin de situaciones deportivas, enfocadas principalmente en resultados de fútbol; fuera en Copa del Mundo, Liga MX o cualquier otro torneo que un equipo del que se es hincha participe, más de un mexicano lloró por un resultado adverso.

Sin embargo, no sólo el sufrimiento fue parte de este año; también las alegrías fueron protagonistas de muchos aficionados al deporte mexicano. Esas alegrías, principalmente propagadas en canchas de fútbol, dejaron sin protagonismo al frontón, el deporte blanco, en el que México es potencia mundial, aunque muy pocos lo sepan.

Sí, así es, México es potencia mundial en el frontenis y así quedó demostrado en el 2014, año en que se cosecharon títulos que, para los que conocemos este deporte, parecieran ser cosa de la normalidad, por costumbre, pero no, México conquistó el mundo una vez más con su juego ofensivo, con el corazón y garra de los seleccionados.

Si bien, el primer semestre del año no fue de actividades importantes para la Selección Mexicana de Frontón, jugadores como el leonés Héctor Rodríguez Gasca, Gustavo Miramontes Cortés o los hermanos Rodríguez Faisal, ya estaban levantando la mano y alistando raquetas para lo que sería una Copa Mundial más, en Zinancatepec.

Pasando el mes de agosto, y en conjunto con las poderosas damas seleccionadas, este conjunto de jugadores conquistarían el mundo desde propia tierra, al coronarse tras vencer en la final a un sólido equipo español, que si bien dio algunas complicaciones a los entonces titulares del partido, ‘Chicho’ Rodríguez Gasca y ‘Turi’ Rodríguez Faisal, no fueron rival para ellos.

Un nuevo logro se había consumado, el tercer campeonato del mundo en cuatro años había terminado su carga y México, México confirmaría su poderío, convirtiéndose así, en una selección prácticamente invencible y que en ese entonces, tendría como su próximo objetivo los Juegos Centroamericanos y del Caribe, en Veracruz 2014.

Se llegó a tierras jarochas, y una vez más los elegidos eran ‘Chicho’ y ‘Turi’, la poderosa pareja que había conformado el mánager; juventud, experiencia y sobre todo, mucha garra era característica de ese dúo.

Al final del torneo, Cuba y Venezuela se sumaron a la lista de víctimas de este par de frontenistas mexicanos, que con esa medalla de oro, cerrarían el ajetreado año que habían tenido y además, le habían recuperado a México un poco del territorio que había perdido ante Cuba, en el medallero centroamericano.

Nuestro país consiguió logros cada vez más importantes en esta docena de meses, se ganó los reflectores de este deporte, pero sigue con haber algo malo en esto: hay un rival que ni Héctor Rodríguez Gasca, ni Arturo o Alberto Rodríguez Faisal podrían derrotar juntos: los mandatarios.

Sí, ellos y muchos jóvenes, y no tan jóvenes más son víctimas de los dirigentes de la federación, incluso del gobierno, que no apoya esta disciplina como apoya a muchas otras, en las que se fracasa. 

Así es, México es potencia mundial en el frontón, no hay selección que le pueda hacer frente, sin embargo, los jugadores siguen y seguirán siendo por un tiempo más, víctimas de sus mandatarios y del poco apoyo que se les da. Qué irónico.