Temporada en grande tuvieron los Pumas CU de la UNAM en la Organización Nacional Estudiantil de Fútbol Americano (ONEFA), quienes lograron su primer bicampeonato para la Universidad Nacional Autónoma de México desde que los desaparecidos Cóndores de la UNAM lo lograran a principios de la década de los 90, cerrando así un año invicto en el que no encontraron rival en el emparrillado.

Después de un arranque complicado en el que supieron remontar sus primeros dos juegos, incluido el debut ante Burros Blancos del IPN en el 'Clásico Nacional' y otro en casa ante los Linces de la UVM, Pumas se acopló poco a poco y se mostró mejor en la cancha.

El equipo felino tenía bajas importantes respecto al año anterior, entre ellas la de su quarterback titular Bruno Márquez, quien este año cedió el puesto a José Miguel Chávez, por lo que hubo que modificar el sistema de bombardeo aéreo para las cualidades que ofrecía el jugador de segundo año.

Los primeros juegos no fueron sencillos y eso se notó en la cancha, pero los universitarios mantuvieron su línea de trabajo y no se desesperaron; su tercer juego fue mero trámite ante Centinelas de Guardias Presidenciales, pero la verdadera prueba de fuego fue ante Auténticos Tigres de la UANL.

Los regios, que han mantenido el protagonismo en la liga con los del Pedregal, también llegaron con dudas, pues el equipo está en plena transformación y no habían encontrado un camino claro.

Los Tigres echaron de menos una combinación de jugadores que podía resolver juegos en un abrir y cerrar de ojos, y con un equipo más terrestre se midieron a Pumas, en un juego que se definió hasta las series extras con triunfo 38-21 para los capitalinos, donde se contó con la presencia de la leyenda de los 49ers de San Francisco, Joe Montana, quien recibió un reconocimiento y un homenaje por parte de la UNAM, siendo embajador de la NFL (para promover el Estadio Olímpico de CU para un juego de temporada regular de la National Football League), en donde fue testigo del nuevo clásico estudiantil entre felinos.

Pumas se enfiló directo a playoffs con palizas 59-0 ante Frailes del Tepeyac y 52-7 ante Águilas de la UACH, un equipo que quedó a deber este año, pues no llegó a postemporada luego de que el año pasado fuera firme candidato a llegar a la finales; además, CU cerró con victoria por “default” luego de cancelarse el juego ante Águilas Blancas del IPN, por el movimiento estudiantil politécnico.

(Foto: Dr. José Narro, Rector UNAM | Deportes UNAM)

En semifinales, los dirigidos por el coach azul y oro, Raúl Rivera consiguieron otro triunfo de 34-10 ante Burros Blancos del Politécnico Nacional en el Estadio Olímpico de la Universidad Autónoma de Chihuahua, un juego muy diferente al de la Semana 1 en la cancha del JOM, donde los politécnicos habían puesto en aprietos la logística tras el conflicto estudiantil del IPN que provoco que se sacara el juego de CU por temor a movilizaciones estudiantiles y protestas, dentro y fuera del coloso del Pedregal.

En la otra llave, los jugadores de Auténticos Tigres ni se despeinaron al vencer 30-0 a unos cansados Linces UVM, para los que la temporada fue muy larga.

En la final los regiomontanos entraron tarde en el juego y eso les costó caro, además de una serie de balones entregados; Pumas tuvo menos errores y eso le sirvió para ganar por una anotación y obtener el Bicampeonato en la Conferencia de los 8 Grandes al vencer 21-14 en el Estadio Olímpico Universitario a los Tigres de la Autónoma de Nuevo León, ante cerca de 50,000 aficionados que pintaron las tribunas de azul y oro para la UNAM.