Luego de haber caído por primera vez en el Preolímpico ante Canadá, el representativo mexicano jugó en contra de Argentina con la esperanza de recuperar en parte la confianza ante un rival complicado en la zona como lo es Argentina.

Ambos equipos llegaron al encuentro a sabiendas de ya estar calificados para las semifinales del certamen, el objetivo en esta ocasión: buscar el triunfo para terminar en la mejor posición posible. 

Para el partido en turno los tricolores contaron con el apoyo de 16, 314 personas que abarrotaron el Palacio de los Deportes. Un nuevo récord de asistencia en la historia del torneo.

Desde el inicio del partido los sudamericanos comenzaron a proponer, por medio de un Luis Scola que era un peligro con sus entradas por dentro, lo cual les permitió concluir el primer cuarto con la ventaja 20-26, pese a que  la quinteta nacional emparejó el trámite gracias a la ofensiva de Gustavo Ayón.

Para el segundo episodio los aztecas propusieron una dinámica diferente con la entrada de Paul Stoll e impidieron que el combinado argentino pudiera encontrar a Scola, con lo que lograron empatar el marcador y posteriormente dar la vuelta 45 a 42 al medio tiempo.

Ya en el tercer lapso la selecta albiceleste recuperó el terreno con ayuda tanto de los triples por parte de Nicolás Laprovittola como por las entradas de Facundo Campazzo. Los hombres de Valdeolmillos perdieron la cabeza luego del 'saco de mañas' argentino y se les escapó de las manos con un tanteador de 59-72. 

México salió con mayor solidez al último tiempo, recortando la diferencia con puntos rápidos, recuperaciones efectivas y los tiros de tres de Francisco Cruz. Producto de esto recompuso y mantuvo la calma para tomar la delantera definitiva de 95 a 83. Una vez más el mejor del partido: Gustavo Ayón con 38 puntos y 14 rebotes. 

Con esta victoria el representativo mexicano evita enfrentar a los canadienses; el viernes se medirá en semifinales contra Argentina de nueva cuenta.

Cabe recordar que los dos finalistas consiguen el boleto directo a los Juegos Olímpicos, mientas que los semifinalistas eliminados tienen que jugar un repechaje para obtenerlo.