No somos un país de primer mundo, eso está totalmente claro nada más viendo a nuestro alrededor en cualquier punto de nuestro bello México, pero llama la atención la calidad de eventos deportivos profesionales que sucedieron y los que aún faltan por llevarse a cabo en territorio nacional: el Abierto Mexicano de Tenis, el World Golf Championships-Mexico Championship, la Serie del Caribe, la etapa preliminar del Clásico Mundial de Béisbol, el partido oficial de la NFL Patriotas contra Raiders, el Gran Premio de México de la Fórmula Uno. Díganme, ¿no se sienten en un país de primermundista?

Porque parece que en México hay dinero y de a montón. La pobreza de quien esto escribe solo da para verlo por televisión, quedarse con las ganas de verlo en vivo y jurar por el osito bimbo que un día estaré en una de esas gradas para ver a los mejores del mundo exponer sus habilidades en cada disciplina.

Ver a Novak Djokovic derramar talento en Acapulco descalificando a un férreo Juan Martín del Potro, que ejemplificó la esencia del olimpismo el año pasado en Río de Janeiro, y ser testigos de un triunfo más de Rafael Nadal consagrándose como rey del pacífico mexicano; da esperanza a una de las ciudades con mayor índice de inseguridad, pero que por unas semanas se convirtió en la capital del tenis, porque a donde van Nole y el español Nadal, automáticamente los ojos del mundo deportivo voltean.

En cuestión del World Golf Championships-Mexico Championship no podré decir mucho ya que no soy un conocedor y mucho menos en la actualidad, pero los reportes de prensa aseguraron una buena entrada en el Club de Golf Chapultepec con la presencia del número uno del mundo: Dustin Johnson, quien se llevó la primera edición del torneo, la cual durará por seis años con contrato firmado.

A pesar de que la Serie del Caribe se la agenciaron los Criollos de Caguas, representantes de Puerto Rico, el espectáculo de la afición mexicana avecindada en Culiacán, Sinaloa, sede del evento, fue digno de cualquier partido de Grandes Ligas en Estados Unidos. Una fanaticada de primer nivel. El equipo de los Guerreros Águila de Mexicali portaron dignamente la franela tricolor y obtuvieron un nada despreciable segundo lugar, con el que los asistentes al parque de pelota quedaron fascinados con los grandes duelos de picheo y los batazos oportunos que dieron inolvidables partidos en la costa del pacífico. Un evento donde los peloteros son “big leaguers” en cantidad respetable.

El Clásico Mundial de Béisbol, por su parte, promete ser el show deportivo que reviva el béisbol mexicano en la pantalla de televisión nacional. Ver representados los colores mexicanos por una verdadera selección nacional con los mejores peloteros disponibles es un privilegio que no sucede a cada rato. De verdad, nuestra selección mexicana tiene que sacar la casta en Guadalajara cuando enfrente a Italia, en su partido inaugural dentro del grupo D, el cual completan Puerto Rico y Venezuela, novenas de primerísimo nivel mundial.

¿Qué decir del partido oficial de la National Football League (NFL)? Nada más y nada menos que los directivos del mayor deporte espectáculo en el mundo decidieron darle el regalo a los fanáticos mexicanos de ver en vivo y en total vigencia los multicampeones Patriotas de Nueva Inglaterra, en un partido oficial, donde se espera que Tom Brady, quien en nuestro país tiene seguidores y detractores por igual, será la estrella a ver en el Estadio Azteca convertido en emparrillado. Los Raiders son locales pero se espera que un alto número de jerseys blanco con azul se vean en las gradas del más grande escenario en el país. Sin duda es un evento que dudosamente se repetirá en nuestro país.

Y el ya tradicional Gran Premio de Fórmula Uno. La última edición se realizará este año en el autódromo Hermanos Rodríguez y ya sin el campeón mundial reinante, se abre un abanico de posibilidades para ver a Lewis Hamilton tratando de coronarse en suelo azteca, ya que para esas fechas se estará en la recta final. Se espera que Max Verstappen pueda consolidarse este año y que Sergio Pérez pueda dar un lugar en el podio en nuestro país. Teóricamente es la despedida del Gran Circo de la Ciudad de México, pero tras dos ediciones nombradas como el Mejor Gran Premio del Año, todo indicaría que se quedará por muchos años más.

Si tienes el dinero suficiente, espero que ya hayas ido a ver a Djokovic, o estés a punto de asistir al estadio de los Charros para observar a la novena tricolor, te apures a comprar tu boleto para la NFL, que seguro vuelan, o que estés presente en una de las maravillosas gradas del Foro Sol, para sentir la adrenalina. En serio, este año nuestro país parece de primer mundo. Y como dicen “al pueblo pan y circo” ¡pero qué circo!

Botepronto: una vez más la Comisión Disciplinaria es rebasada por la realidad. Al menos dos jugadores que ocasionaron lesiones de suma gravedad son castigados con una suspensión momentánea, porque no tienen los pantalones para inhabilitarlos lo que resta del torneo.

Préndela así, de volea.

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Aser Oropeza
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