Trabajo y más trabajo, así definió la razón de su éxito el tenista estadounidense de 21 años, Tommy Paul, quien tres años después de haber conseguido su último campeonato en un torneo profesional, logró proclamarse monarca del ATP Challenger de Charlottesville, Virginia, en un evento donde cayó en la etapa de calificación, pero consiguió entrar como un Lucky Loser, y a la postre llevarse el torneo.

Paul y su entrenador Diego Moyano, llegaron a Virginia desde el pasado jueves 25 de noviembre con las miradas puestas en calificar al cuadro principal de singles. Luego de superar dos rondas en la fase previa, el nacido en North Carolina se vería derrotado por Peter Chrysochos, quedándose así a tan solo un paso de acceder al torneo principal. Afortunadamente para el, los retiros de Reilly Opelka y Tommy Robredo le favorecieron y le otorgaron un lugar en el cuadro como un Lucky Loser.

Con una nueva vida y pilas recargadas, Paul no quitaría el pie del acelerador y llegaría a la final sin perder ningún set y derrotando a rivales de la calidad de Noah Rubin, Kamil Majchrzak, Ivo Karlovic y Bradley Klahn. En dicha instancia, superaría al canadiense y preclasificado número ocho del torneo, Peter Polansky, por 6-2 6-2 en una final que nadie se esperaba. 

Con esta victoria, Tommy Paul se convirtió en el segundo jugador en el año, en coronarse campeón de un evento ATP Challenger tras entrar como un LL, haciéndole compañía su compatriota Ulises Blanch, quien consiguió dicha hazaña en Perugia el pasado mes de julio.

El raquetista americano viajará esta semana al Challenger de Knoxville en donde tratará de continuar con su buena racha de cara a uno de los últimos eventos de la presente temporada. Enfrentará a Bjorn Fratangelo en la primera ronda del evento tras lograr entrar al cuadro principal como una excepción por su campeonato en Charlottesville.