Muchos lo daban por retirado, otros cuantos solo lo apoyaban por su pasado, pero tras este arranque de noviembre, el base de 30 años de los Minnesota Timberwolves, Derrick Rose, rompió dos récords personales y empieza a recuperar el nivel que lo llevó a alcanzar ser el Jugador Más Valioso más joven en la historia de la NBA cuando lo consiguió teniendo 22 años y 6 meses en el 2011.

Luego de lesiones y más, así como emigrar a cuatro equipos distintos para buscar tener su mejor versión, Rose consiguió en la misma semana algo que llevaba una vida sin poder. Primero los rivales serían el Utah Jazz el primero de noviembre, en donde con una gran actuación del base, los Wolves vencerían al equipo de Salt Lake City por un marcador de 128-15. En dicho juego, el nacido en Chicago anotó 50 puntos y registró su mayor cantidad en un mismo juego.

Luego, para continuar su viaje por la costa oeste, tocarían los Lakers en el Staples Center tan solo unos días después, y a pesar de sufrir una dolorosa derrota por apenas cuatro puntos, Derrick registró siete de nueve triples en el partido, anotando su 'career high' en tiros de tres puntos. A la postre, Rose acabaría el juego con 31 puntos.

Este año, el 'Point Guard' del equipo dirigido por Tom Thibodeau ha disputado nueve juegos promediando 29.6 minutos por partido y 19.8 puntos por lo que los aficionados de la asociación deben de estar contentos ya que luego de sufrir una cantidad inhumana de lesionas acompañado de una inestabilidad en cuanto a equipos se refiere. El ex MVP por fin ha logrado encontrar su mejor versión y a pesar de no contar con el atleticismo de unos años atrás, ahora posee experiencia y el hecho de que haya añadido el tiro de tres a su arsenal, lo hace igual de peligroso.