La NBA puede ser injusta para ciertos jugadores, lo cual es algo que se confirma día tras día. Esta temporada ya pudimos observar a Jamal Crawford y Joakim Noah ser firmados tarde en el año pero ninguno de esas contrataciones fue peor que la de Nick Young, ya que tras coronarse campeón de la liga el curso pasado con los Golden State Warriors, el alero pasó desde Mayo desempleado hasta el día de ayer, cuando los Denver Nuggets decidieron darle una oportunidad por lo que queda de la temporada.

Se ha hablado de los problemas que puede llegar a causar en los vestidores pero lo que nadie debe dudar es de su habilidad como basquetbolista. El jugador veterano de 33 años puede ser usado en diferentes facetas pero siempre viniendo desde la banca y lo que lo hace especialmente peligroso es su rango, ya que es una amenaza desde la línea de tres en cualquier ángulo en el que esté.

Este será el sexto equipo en la carrera de ‘Swaggy P’ luego de hacer escalas con los Washington Wizards, Los Ángeles Clippers, Philadelphia 76ers, Los Ángeles Lakers y Golden State Warriors. A pesar de emigrar de ciudad en repetidas ocasiones, Young se ha caracterizado por jugar duro y con mucha energía por un corto plazo del juego, lo cual ayuda mucho a la segunda unidad en poder apoyar en momentos al quinteto inicial, algo que será de mucha ayuda para los dirigidos por Michael Malone.

Los Nuggets tuvieron un gran inicio de año y actualmente de encuentran disputando las siembras altas de la conferencia oeste para poder tener ventaja de local una vez que llegue la postemporada.

Tom Connelly, director de operaciones del equipo demostró su entusiasmo luego de la firma de Young. Tras la llegada del veterano, Denver ha dejado en libertad al guardia, Brandon Goodwin, que tuvo poca participación esta temporada con el equipo de la G League.