Por si los problemas de los Minnesota Timberwolves no hubieran sido suficientes con aquel drama de inicio de temporada con Jimmy Butler, la organización ha decidido despedir a su entrenador, Tom Thibodeau, luego de casi llegar a la pausa del juego de estrellas y encontrarse aún con un récord por debajo de .500.

Tras llegar a la organización del norte en el 2016, el ex entrenador de Chicago terminó su trabajo con 97 victorias y 107 derrotas, y a pesar de clasificar al equipo a la postemporada el año pasado, nunca pudo descifrar el funcionamiento correcto de la alineación. Mientras consiguen a alguien permanente, Ryan Saunders, hijo del fallecido, Flip Saunders, tomará las riendas de manera interina. 

Uno de los jugadores que más duro tomó la noticia fue el base, Derrick Rose, quien pudo defender la playera de los Bulls y Wolves cuando Tom estaba al frente de ambos combinados. El veterano expresó su descontento y dijo que Thibodeau fue el único entrenador que confió en el cuando pasaba por el peor momento de su carrera en Cleveland. "Tengo mucha confianza en mí. Thibs fue el entrenador que confió en mí, reimpulsó mi carrera y por eso siempre estaré agradecido con él, pero todos aquellos que creen que su despido me detendrá, deberían matarse. Todos los que crean que no jugaré de la misma forma, mátense, porque yo confío en mí", declaró el ex Jugador Más Valioso de la asociación.

Cabe destacar que luego de esta decisión, Minnesota tendrá que encontrar a un gerente general y entrenador por lo que no será una tarea fácil para el dueño, Glenn Taylor. Hay muchos nombres dispuestos para el trabajo pero el que más suena es el de Fred Hoiberg, coach que fue despedido de Chicago unos meses atrás por malos resultados.