Desde que Rafael Nadal hizo su debut en la ATP, el polvo de ladrillo ha tenido un solo rey, pero con el español siendo ya un veterano del circuito, todo parece indicar que habrá que buscar un sucesor para su trono. 

Dominic Thiem, es el llamado a ser el siguiente rey de la arcilla, quizá no a un nivel tan consistente como lo hizo el nacido en Mallorca a lo largo de su carrera, pero sí por un tiempo. El austriaco, se coronó campeón del ATP 500 de Barcelona, y se convirtió en el primer tenista de esa nacionalidad en ganar el evento desde que Thomas Muster lo hiciera en 1996. Esta fue la primera final sobre arcilla de 'Dom' desde Roland Garros en el 2017, y cabe destacar que con este título, levantó su trofeo número 13 en la ATP y permanecerá en la posición cinco del mundo apenas por detrás del suizo, Roger Federer.

La final fue un duelo bastante disputado con Daniil Medvedev, quien había tenido una semana grandiosa derrotando a jugadores como Albert Ramos, Mackenzie McDonald, Kei Nishikori, entre otros. Para su mala suerte, Thiem, saldría en una gran forma y se impondría por parciales de 6-4 y 6-0 en poco más de una hora y diez minutos de partido. Hay que mencionar que el austriaco ganó el 68% de los puntos que jugó con su primer servicio, lo cual fue un factor clave para que pudiera salir como campeón. 

Al término del partido, el jugador de 25 años, agradeció a los organizadores del evento y opinó acerca de sus sensaciones esta semana en el club de tenis Barcelona.

''Quiero agradecer a todos por su buena hospitalidad esta semana, es un gran torneo. Me sentí bastante bien en todos mis partidos a pesar del calor y quiero felicitar a Medvedev por su buen resultado'', declaró.

Tras ganar este torneo, Dominic, igualó a Federer como las máximos ganadores de eventos ATP este año, con dos por cabeza, y no hay que dudar si puede conseguir otro, ya que la gira europea sobre tierra batida apenas comienza.

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