Por la vez #73 en la historia la NBA ha coronado un campeón, pero esta es la primera ocasión en la que el ganador de dicho campeonato fue un equipo que no se basa en los Estados Unidos. Así es, estamos hablando de los Toronto Raptors, conjunto que hizo historia y se logró procalamar monarca de la liga tras vencer en seis juegos a los Golden State Warriors.

Llegó el final para dos épocas en Oakland, ya que además del hecho que los Warriors no pudieron conseguir su tercer campeonato al hilo y todo apunta para que sus estrellas se vayan, también fue el juego final en el Oracle Arena, debido a que 2,070 partidos después, Golden State estará moviendóse al Chase Center de San Francisco.

La noche pintaba para el equipo californiano, pero una lesión en el tercer periodo de Klay Thompson en su rodilla izquierda lo sacaría del juego, dejando a Toronto con una ventaja anímica entrando al último cuarto del encuentro. Más tarde se confirmaría que el escolta sufrió una lesión de ligamentos, la cual lo hubiera mantenido fuera por el resto de las Finales de la NBA.

Aprovechando el momento, los Raptors no quitaron el pie del acelerador y con cuatro jugadores del equipo canadiense por encima de 20 puntos, la balanza se inclinó en su favor. A la postre, el duelo terminaría por marcador de 114-110 en 'La Bahía', para que los Raptors consiguieran el primer título en sus 24 años de historia. 

En la ceremonia de premiación se le otorgó el premio al 'Jugador Más Valioso de las Finales' a Kawhi Leonard, quien promedió 28.5 puntos, 9.8 rebotes, 4.2 asistencias y dos tapas por partido. De esta manera, 'The Klaw' se convirtió en apenas uno de tres jugadores en conseguir ganar el 'MVP' con múltiples equipos (Spurs, 2014), úniendose a LeBron James y Kareem Abdul Jabbar.

Vaya montaña rusa de emociones que vivió la gerencia general de los Raptors en el último año, Masai Ujiri, director de operaciones, despidió a Dwane Casey y traspasó a DeMar DeRozan el verano pasado, y con las llegadas de Nick Nurse así como de Leonard, se pudo finalizar el trabajo. Casey y DeRozan se tuvieron que sacrificar para el éxito del equipo, y no hay que olvidar que sin el camino que ellos hicieron en Toronto, este título no hubiera sido posible.

Todo Canadá se encuentra de fiesta, y las escenas en Toronto el día de ayer cuando los Raptors consiguieron el campeonato son impresionantes. Un país entero respaldando a una organización, y tras años de sufrimiento, finalmente llegó la recompensa.

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