La franquicia de los Mavericks dirigida por Mark Cuban ha demostrado a lo largo de los años la confianza que deposita en los jugadores internacionales que llegan a la NBA. Esa no ha sido la excepción en el último año, ya que luego de traspasar por basquetbolistas como Luka Doncic y Kristaps Porzingis, la diversidad en la plantilla de Dallas cada vez crece más.

Con jugadores de seis nacionalidades distintas, los Mavericks añadieron a Goran Dragic a su plantilla, base proveniente del Miami Heat, organización que se vio forzada a liberar al esloveno debido a la llegada de Jimmy Butler al sur de la Florida. 

La dupla de Goran junto con Doncic ha jugado previamente en los campeonatos europeos FIBA con la selección de Eslovenia, y no cabe duda que ambos pueden impactar la conferencia Oeste de una buena manera y hacer a los 'Mavs' un contendiente en la zona. Añadiendo esa adquisición, tenemos que mencionar que Kristaps Porzingis también firmó un contrato por cinco años y $158 millones de dólares, lo cual asegura el futuro de la franquicia en manos europeas.

Recordemos que el Letón no pudo participar en la pasada temporada debido a una lesión en la rodilla, pero se espera que pueda estar listo para el inicio del siguiente curso. 

Por su parte, Dallas también confirmó la llegada de Seth Curry, hermano del tres veces campeón de la NBA, Stephen. La adquisición del base será de suma importancia debido a lo que puede aportar teniendo un número limitado de minutos viniendo desde la banca. Curry, estará en su segunda etapa con el equipo y firmó un contrato por cuatro años y $32 millones de dólares.

Por si fuera poco, el experimentado guardia de 35 años, JJ Barea, alcanzó un acuerdo con Dallas y permanecerá un año más con la organización en un contrato mínimo, con la intención de aportar experiencia y liderazgo a un joven plantel.