Otro Grand Slam pasa y sigue habiendo participación mexicana en más de un cuadro. Tal como fue en Roland Garros el pasado mes de mayo, tres tenistas aztecas jugaron en Wimbledon.

Miguel Ángel Reyes Varela fue el primero en debutar y desafortunadamente también el primero en despedirse de la justa, no sin antes poder ganar un partido junto al salvadoreño, Marcelo Arévalo. El jugador nacido en Guadalajara y Arévalo derrotaron a la dupla conformada por Lloyd Harris y Caper Ruud en la primera ronda. Posteriormente, los rivales serían los mejores doblistas en la historia, los hermanos Bryan, quienes se impusieron a los latinoamericanos en un duro enfrentamiento a cuatro sets. 

Luego vendría Giuliana Olmos, jugadora proveniente de la Universidad del Sur de California, que hizo pareja con la americana Desirae Krawczyk. Está no fue la primera ocasión en la que ambas compartieron el mismo de la red, por lo que su coordinación y dinamismo siempre estuvo al 100%. Olmos y Krawczyk lograron ganar la primera vuelta pero se verían eliminadas en la siguiente instancia a manos de las preclasificadas número 7 del cuadro, Nicole Melichar y Kveta Pschke.

Por su parte, el veterano de mil batallas Santiago González continúa demostrando porque año con año se encuentra compitiendo contra los mejores tenistas del planeta. No ha sido fácil, pero desde que comenzó una nueva aventura con su compañero, Aisam Qureshi, los resultados han ido de menos a más. La dupla México-Pakistaní consiguió dos victorias importantes en Wimbledon ante rivales de calidad, incluyendo los sembrados número cuatro del torneo, Bruno Soares y Mate Pavic. Después, en los octavos de final la participación del azteca llegaría a su fin cayendo a manos de Wesley Koolhof y Marcus Daniell.

Los tres raquetistas hicieron un buen papel en el tercer Grand Slam del año y no cabe duda que de seguir a este paso, las cosas importantes no tardarán en llegar.