Cannes (día 8): Sorrentino divide y decepciona, Zhang-Ke da la sorpresa
Foto: Festival de Cannes (Facebook).

El tiempo, su paso, la perspectiva que ofrece y las reflexiones que permite han sido los grandes protagonistas de esta octava jornada del certamen. Dos cineastas muy queridos en estos lares, Paolo Sorrentino y Jia Zhang-Ke han presentado sus nuevas propuestas, Youth y Shan He Gu Ren, soprendiendo a la crítica, que ha discrepado bastante en la valoración del filme italiano, y ha alabado en general el trabajo del director asiático. Además, tres películas han sido presentadas en Un Certain Regard, y fuera de competición se ha proyectado la controvertida e hipersexual Love, de Gaspar Noé, uno de los trabajos más esperados de este certamen. Una semana después de su inicio, la 68ª edición del Festival de Cannes enfila su cuenta atrás con algunos importantes títulos todavía en el tintero.

Youth, de Paolo Sorrentino

El nuevo trabajo del aclamado director italiano es ya el sexto que presenta en La Croisette. Tras conseguir el ansiado Óscar a la Mejor Película de Habla No Inglesa con esa maravilla llamada La Grande Bellezza, Sorrentino volvía a Cannes con una historia sobre la vena generacional, un canto a la juventud desde la vejez y la muerte. Aquí, la figura de Jep Gambardella (el "rey de los mundanos" protagonista de su última película) se desdobla en dos personajes, dos viejos amigos interpretados por Michael Caine (Mick, un compositor retirado) y Harvey Keitel (Fred, veterano de Hollywood) que, de vacaciones, repasan su existencia, compartiendo nostalgias y sabiendo que su final está cercano. Rodada en inglés, en los Alpes italianos del Véneto, la acción transcurre en un balneario de lujo. El reparto, además, cuenta con otras figuras de la talla de Jane Fonda, Rachel Weisz o el joven Paul Dano. Sorrentino declaraba en la rueda de prensa que la película cuenta "cómo transcurre el tiempo, cuánto ha pasado y cuánto queda por delante".

Con semejantes credenciales, todo parecía apuntar a que Youth (La Giovinezza) se convertiría en una de los referentes de este año cinematográfico, pero la crítica se ha dividido enormemente tras la proyección del filme, que ha recibido aplausos y abucheos casi a partes iguales. Sorrentino no ha dejado a nadie indiferente, y en general parece haber causado la impresión de que Youth es divertida y elegante, pero menos fascinante que La Grande Bellezza, y que se compone de descartes e ideas sobrantes de esta. Algo menos solemne que sus anteriores obras, más ligera, con un humor más blando y menos cínico, la prensa asistente se ha polarizado entre quienes la consideran una cinta notable y una hermosa aproximación a la vejez y aquellos que la ven como algo predecible, demasiado superficial y pomposa. En lo que la mayoría de críticos han estado de acuerdo ha sido en reconocer la labor interpretativa del dúo protagonista, el mejor trabajo de ambos en años. También la estética del filme ha sido muy elogiada. En cualquier caso, hay que tener en cuenta que ya La Grande Bellezza se fue de vacío de Cannes hace dos años, y la respuesta tras su proyección no fue unánime, tal vez lo que Youth necesite sea precisamente lo que Sorrentino define como el único sujeto posible, el tiempo.

Shan He Gu Ren, de Jia Zhang-Ke

Colega de Sorrentino en la edición del Festival de 2013, cuando presentó A Touch Of Sin, Cannes ha recibido de nuevo al director chino, que esta vez ha presentado Shan He Gu Ren (Mountains May Depart). Tras ganar el Premio al Mejor Guión hace un par de años, Zhang-Ke ha vuelto al festival galo con una historia diferente, casi futurista. La narración transcurre desde 1999 a 2025 y se divide en tres partes: a finales de los noventa, con el gigante asiático iniciando un cambio hacia el capitalismo; en 2014, cuando el país ya es víctima de la era de la globalización; y en 2025, con una generación emigrada en Australia. Cada etapa está filmada en un formato de cámara diferente. A lo largo del filme, la vida de Tao (interpretada por la actriz Zhao Tao), una joven enamorada de dos hombres, Liangzi y Zhao, a los que conoce desde niña. La obra trata de plasmar el creciente desarraigo entre los jóvenes chinos, a través de una radiografía del modelo capitalista y acaba presentando Australia como una especie de promesa de vida mejor para una generación de hijos de la globalización que ni siquiera habla la lengua de sus padres. El cine de Jia Zhang-Ke es un referente para comprender la evolución de la casi desconocida sociedad china en los últimos años.

La película, a pesar de que también ha dividido a parte de la prensa especializada, ha sido en general muy bien recibida tras su proyección (no exenta de problemas técnicos), y varios expertos la sitúan como una firme candidata a la Palma de Oro que se entregará el sábado, por tratarse de un trabajo muy distinto a todo lo visto hasta ahora, sobre el pasado, el presente y el futuro de China. El papel de Zhao Tao también ha sido muy alabado, y podríamos estar ante una posible premiada. Ambiciosa, crítica, directa, ha gustado su planteamiento original, lúcido y amargo, pero algunos han destacado la irregularidad en el desenlace de su construcción melodramática (el último acto ha sido considerado el peor), y que se trate del trabajo más lineal y evidente del cineasta. Con todo, una película con la que nadie a priori contaba ha conseguido convertirse en la verdadera sorpresa de la jornada y en uno de los trabajos más comentados de todo el certamen.

Un Certain Regard

En la sección paralela se han presentado tres trabajos de jóvenes realizadores:

Je Suis Un Soldat, de Laurent Larivière: el primer largometraje de este director francés es un drama social que narra la historia de una joven , Sandrine (Louise Bourgoin) que vuelve a casa de su madre y, al verse desempleada, comienza a trabajar en una perrera, que acabará descubriendo es una tapadera para el tráfico y la venta ilegal de perros. La crítica no lo ha considerado un mal debut, pero ha sido tachado de incoherente, y se ha comentado que algunos temas tienen poca profundidad o quedan inconclusos.

Lamb, de Yared Zeleke: otra ópera prima, la de este director etíope, que se convierte en la primera película de esta nacionalidad que se proyecta en 68 ediciones del festival. Protagonizada por Rediat Amare, narra la historia de Ephraïm, un niño que es enviado a vivir con unos parientes lejanos, llevándose su cordero. Un día, su tío le anunciará que deben sacrificar al animal con motivo de una fiesta religiosa, y Ephraïm hará todo lo posible para salvar a su amigo de cuatro patas y volver a casa. La obra ha tenido una muy buena recepción: sensible, delicada y "pequeñita pero maravillosa" son algunos de los calificativos que ha recibido.

Madonna, de Shin Su-Won: se trata del tercer largometraje de la directora surcoreana, una obra de bajo presupuesto sobre Hye-rim, una enfermera que desobedece las órdenes del hijo de uno de sus pacientes, un millonario al que han mantenido con vida durante años gracias a varios transplantes de corazón. Cuando el hijo trae a la clínica como donante a una mujer que ha sufrido muerte cerebral, Hye-rim descubre que había sido prostituta y que estaba embarazada, y pretende salvar a su hijo y encontrar al padre. La película, excesivamente cruda, condena el sexismo y ha tenido una aceptable acogida entre la crítica.

Por lo demás, fuera de competición se presentó a medianoche Love, la nueva cinta de Gaspar Noé. Se trata de un melodrama sexual sobre sobre "un chico, una chica, y otra chica". El controvertido director francoargentino, cuyos trabajos previos (Irreversible, Enter The Void) no dejaron a nadie indiferente, ha creado el escándalo de la temporada, algo así como 'la Nymphomaniac de 2015 '. A pesar de no competir en ninguna sección, era uno de los platos fuertes de esta edición. Sumando la tecnología 3-D, la historia versa sobre Murphy (Karl Glusman), que se despierta un día junto a su mujer e hijo, al recibir la llamada de la madre de un antiguo amor. El filme prometía grandes dosis de drogas, violencia, incomprensión y sexo.

En la octava jornada del festival también ha habido encuentros de la prensa con Rossy de Palma, miembro del jurado de la Sección Oficial, y con el actor Tahar Rahim, miembro del jurado de Un Certain Regard. En la Sala Buñuel se han proyectado This Is Orson Welles, documental sobre uno de los mitos del cine, y la que es considerada por muchos críticos como la mejor película de todos los tiempos, la inigualable Ciudadano Kane.

AGENDA 21/05: En la Sección Oficial competirán Dheepan, de Jacques Audiard y Nie Yinniang (The Assassin), de Hou Hsiao-Hsien. En Un Certain Regard se presentarán Comoara, del director rumano Corneliu Porumboiu y The Other Side, de Roberto Minervini. Además, fuera de competición se estrenará Oka, del maliense Souleymane Cissé.
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