Poquito a poco se van viendo brotes verdes en el tenis y en los resultados del joven y talentoso jugador madrileño. Ya pudimos disfrutar de su juego durante la fase de clasificación en el Mutua Madrid Open la semana pasada, donde cayó en un gran partido ante Marcel Granollers. Roberto Ortega se clasificó para su primer cuadro final en un torneo de estas dimensiones como es el ATP 250 de Ginebra. Nadie le regaló nada ya que tuvo que luchar mucho por un hueco en el cuadro final. Durante la fase previa  se deshizo del cuarto cabeza de serie Michael Linzer y después de Johan Nikles. 

Una vez con un puesto asegurado en el cuadro final se vio las caras con el veterano jugador checho, Lukas Rosol, quien le venció en dos mangas. Para el Madrileño colarse en el cuadro final de un torneo de este nivel es una gran hazaña que nunca se olvidará, pero el conformarse no va con su caracter ganador. Saltó a la pista con nervios pero con muchas ganas, dispuesto a poner en apuros al númer 68º del ranking mundial y así lo hizo. No fue un partido cómodo para el checho que tuvo que imponer su juego desde los primeros compases del encuentro ya que no quería verse soprendido. 

Lukas sabía la dificultad del partido y tomó la iniciativa de los puntos desde el comienzo. Los golpes planos y rápidos del madrileño le iban a dar dolor de cabeza y no quiso darle la oportunidad de mandar. El checho no le dio respiro desde el fondo de la pista y dominó los puntos. Con un break tempranero, el checo puso tierra de por medio en el set poniendole cuesta arriba la primer manga al español. Rosol se mostró más que con confianza al saque y no cedió ninguna bola de break durante el primer set, siendo tal la diferencía entre ambos jugadores. Puntos cortos y directos marcaron el encuentro pero largos intercambios fueron también protagonistas durante los 59 minutos que duró el partido. Tras tener una ventaja de 5-3 en el marcador, Rosol volvió a romper el serivico del español cerrando el primer set por un 6-3. 

Lukas Rosol
Lukas Rosol  / Foto: Zimbio

Roberto no se dio por vencido e impuso un juego más inteligente y con más consistencia. A este nivel el saque y el resto marcan la diferencía e intentó hacer más daño con esos tiros. Un poco más suelto que en la primera manga, el madrileño dispuso de un par de bolas de rotura, pero el checho supo salir de esa situación tan comprometida con grandes golpes y solidez. Lukas no se mostró titubeante y continuó con su misma estrategia de juego durante el segundo set, hasta que consiguió el único break de la manga. Tras la rotura, a Rosol se le vio más tranquilo y calmado y solamente tuvo que mantener su saque para cerrar el encuentro. El resultado final fue de 6-3 y 6-4 en un partido que duro poco menos de una hora

Pudimos disfrutar una vez más del juego del madrileño en un torneo como de tales caracterisicas como e de Ginebra. Espera dar pronto el salto de calidad y poder estar entre los mejores. Por la otra parte, Lukas Rosol se enfrentará en segunda ronda al cuarto cabeza de serie, John Isner.