Lo que más necesitaba de manera urgente León para esta campaña, eran refuerzos. Refuerzos, que intentaran suplir el tremendo hueco que dejó Luis Montes al lesionarse, que ayudaran a arrancar el torneo dignamente, como bicampeón. Hombres que ilusionaran a la afición, directiva y hasta al fútbol mexicano para confirmar la solidez y la grandeza que comienza a generarse León después de su ascenso.

León contrató jugadores, jugadores que, en sus anteriores equipos eran pieza clave, algo que ilusionaba mucho a los propios dirigentes, quienes creían que con las contrataciones de Marcos Caicedo, Yámilson Rivera y Martín Bravo a inicio de torneo tendrían un formidable inicio de torneo, no sólo por la destacada actuación de los primeros dos en el juego de presentación ante Saprissa, sino por lo bien recomendados que venían de sus clubes.

No podía existir mejor escenario que arrancar contra América la Liga, en tu propio estadio y ante tu gente. Cada uno de los jugadores tenían las ilusiones, esperanzas y sobre todo, muchas ganas de debutar ante las águilas en la primer jornada; pero todo cambió con el inicio de ese partido.

En aquel partido León no salió inspirado, durante todo el tiempo se encontró en desventaja; Matosas hizo cambios en la recta final, dando ingreso a Yámilson y Marcos, a quienes les llegaba la hora de debutar oficialmente, pero penosamente se les vio fuera de ritmo, algo desencanchados y lo único que pudieron generar fue un penal cada uno, de los cuales solo fue anotado uno, que no sirvió de nada, pues la Fiera perdería ese cotejo.

Todo estaba dentro de la normalidad, afición, medios y propia directiva defendió la actuación de sus jugadores, fundamentándose en el poco tiempo de adaptación al fútbol mexicano, se creía que todo se solucionaría con el tiempo.

Todas esas grandes expectativas diluyeron con la derrota ante Tigres, duelo en que Marcos Caicedo salió lesionado. Ni el destacado debut de Martín Bravo ante Isidro Metapán en esa misma semana, pudo levantar los ánimos entre los nuevos miembros esmeraldas, quienes unos días más tarde recibirían a un nuevo integrante en ese selecto grupo: Wanderley de Jesús Souza.

El triunfo ante Morelia en la fecha 3 difuminó un poco el oscuro panorama que tenía León apenas en dos jornadas; además de que Yámilson Rivera ya había anotado su primer gol, la Fiera había gustado en demasía por su actuación ante los michoacanos, sin embargo, algunos partidos más tarde todo volvería a la normalidad.

Ya con Derley totalmente integrado, el cuadro de Gustavo Matosas comenzó a dejar puntos en el camino, sin alguna respuesta de sus refuerzos y por ende tampoco de sus jugadores. La dramática victoria ante Pumas sólo sirvió para levantar medianamente el ánimo antes del duelo contra Barcelona, del que ya se temía por que el conjunto leonés se venía cayendo dramáticamente.

El viaje a España sólo sirvió para estancarse más en el bache en el que ya se encontraban; precisamente en desde ese duelo cambió todo: la lesión de Yámilson Rivera en la rodilla terminaría agudizando al término de ese partido, y por otro lado, Rafa Márquez terminaría cerrando su magnífico ciclo con León, pero de igual forma, abandonaba una posición muy díficil de cubrir, no sólo por la jerarquía del jugador, sino también por lo que representa: la defensa central.

Se regresó de España con una serie de problemas encima; la lesión del hombre que hasta ese instante había sido la mejor contratación afectaría en demasía al plantel, que conforme pasaban las jornadas se hundía más y más.

Luego de dos partidos perdidos más, Jonathan Bottinelli se integraría de manera emergente a la zona baja del bicampeón, buscando cubrir la salida de Márquez. El argentino se unió a Yámilson, Caicedo, Bravo y a Derley en la lista de contrataciones de los esmeraldas para esta campaña; esto, en la jornada 8.

El pampero de inmediato mostró compromiso con la institución y hasta incluso ilusionaba con sus buenas actuaciones en sus primeros partidos en México, pero no era suficiente para sacar del mal momento en que se encontraba su nuevo equipo, incluso se hablaba ya de una "tremenda crisis".

A base de buenas actuaciones y mucho, pero mucho sacrificio, la Fiera logró levantar nuevamente un poco el pésimo torneo que llevaban, cuando en la jornada 9 venció con un fútbol vistoso a unos desangelados Tiburones Rojos de Veracruz, situación que ligeramente subió los ánimos caídos de todos en el cubil y en sus propios refuerzos, ya que precisamente ante los escualos, Marcos Caicedo se había estrenado como goleador esmeralda.

Pero como a lo largo de toda la campaña, León tuvo nuevos altibajos, y en dos jornadas consecutivas salió derrotado, una vez más sin que sus contrataciones pudieran influir en algo.

Hasta ahora, apenas terminada la fecha 12 del torneo, se ve algo bueno por parte de los refuerzos esmeraldas, aunque no completamente, ya que uno de ellos está lesionado, y otro, ha tenido muy pocos minutos de juego.

Hombre por hombre.

Yámilson Rivera: El 'Diablito' era uno de los hombres que mayor impacto había causado con su llegada, y además con sus actuaciones, sin embargo, y para mala fortuna, no sólo de él sino también del equipo; al colombiano le agudizó un problema crónico en una de sus rodillas, y posteriormente tuvo que ser intervenido quirúrgicamente para que le fuera retirado el menisco medial. Hasta la fecha, el cafetalero sigue en rehabilitación, aunque ésta ya muy avanzada y ya se espera la reaparición ante las Chivas el próximo 18 de Octubre. En apenas 5 partidos que jugó, su acción más destacada fue el golazo que le marcó a Monarcas en la Fecha 3.

Marcos Caicedo: A principio de torneo, el ecuatoriano prometía mucho pero daba poco, situación que, aunado a la mala racha del equipo, provocaba constantes abucheos por parte de la afición hacia él. No ha podido llegar a ser lo que algún día fue en Emelec, sin embargo en las últimas jornadas ha comenzado a mostrar algo de lo que él sabe bien. Sólo ha podido hacerse presente en las redes en una sola ocasión, pero la gente ya comienza a creer de nuevo en él, algo que quizá, pueda influir en que el futbolista tenga un repunte y se convierta en el remplazo perfecto de Franco Arizala.

Martín Bravo: Otro delantero que provocaba demasiadas buenas expectativas; el argentino llegó a la Fiera como remplazo del uruguayo Matías Britos, buscando remplazarlo con goles y buenos partidos, como lo hacía en Pumas. Cierto, llegó con una lesión encima, pero el pampero no ha podido generar nada de verdadera relevancia. Le ha costado un mundo la puesta a punto, parece que la lesión le puede haber afectado, ya que aún no ha podido recuperar su mejor nivel. Bravo, quizá, es uno de las contrataciones más erradas a lo largo de la historia del club esmeralda, aunque él mismo y los mandamás mantienen la esperanza de que pueda despegarse de todo lo malo que lo acompaña y pueda volverse en un ídolo de la ciudad zapatera.

Wanderley de Souza: El brasileño ha caído bien a León; si bien no ha sido utilizado la mayoría de las veces en su posición natural, Derley ha respondido con actuaciones acertadas dentro y fuera del campo. A principio apuntaba a ser el remplazo de Luis Montes pero debido al plantel tan reducido que se fue formando ha jugado la mayoría de las veces como lateral, posición en la que no ha desentonado en todas las ocasiones, ya que de sus pies han nacido algunos de los goles. De Souza es posiblemente, el refuerzo que mayores frutos ha dado, en estas 12 jornadas jugadas.

Jonathan Bottinelli: Tal vez el hombre que mayor presión tenía al llegar a León. El zaguero sudamericano llegó siendo tachado como 'un petardo' por aficiones de sus anteriores equipos, además tenía la tremenda responsabilidad de fortalecer de inmediato la débil defensa verdiblanca. Hasta el momento no ha decepcionado, traía una buena forma física y ha sido uno de los sujetos más destacados dentro de la cancha por parte de los guanajuatenses.