Con la mira puesta en semifinales, Veracruz recibía a un Querétaro que arribaba con ventaja de su corral. Los Gallos se impusieron en el partido de ida con marcador de 2-1, tantos obra de Da Silva y Yasser Corona, mientras que por Veracruz, Juan Albín se hizo presente.
El ambiente era inmejorable en el puerto, con una afición que llenó el inmueble desde más de una hora antes del inicio del cotejo. Además, llenaron de color la tribuna con un imponente mosaico que hizo vibrar el corazón de sus futbolistas. Así, comenzaban las acciones.
Veracruz comenzaba vibrante por la necesidad de anotar, al minuto 3, creó la primera clara con un cabezazo que Juan Albín envió apenas por encima. Gallos respondía al 8' con un disparo de Ronaldinho, bien tapado por Melitón. Eso sólo era una insinuación que se confirmaría al minuto 16, cuando William Da Silva realizó un tibio diparo que Leiton desvió, y para su buena fortuna, Melitón Hernández no pudo reaccionar comiéndose un gol increíble que le complicaba las cosas a los del puerto.
Tras el gol, Veracruz lucía muy acelerado, sin idea clara, lo que ayudaba a unos queretanos que trataban de controlar el balón y recuperarlo en medio sector. Y bajo esa tónica se desarrolló el resto del primer tiempo, con un Querétaro mejor plantado en el campo y que por momentos, sin crear mucho peligro, encerraba en el fondo a unos escualos sin aleta ni cabeza. Así, llegaba el silbatazo de medio tiempo.
Después del descanso, el partido continuaba bajo la misma tónica, con un Veracruz que, si bien ya se arrimaba al área queretana, no generaba gran peligro, y un Gallos que a base de latigazos buscaba aprovechar la velocidad de William Da Silva. Pero la fiesta reiniciaría al 59', cuando tras una falta sobre Villalva, Edgar Andrade cobró un tiro libre que Yasser Corona desvió para dejar sin oportunidad a Volpi. El Tiburón se acercaba.
El gol servía como aliciente a un tiburón que cada vez se acercaba más y comenzaba a meter en su área a un Querétaro que ya contragolpeaba menos. La polémica arribó al 77', cunado tras un centro razo, Julio Furch anotó de tacón, sin embargo, su tanto fue mal anulado por fuera de lugar.
Pero todo parecía acabar al 82', cuando en un tiro libre, Ronaldinho metió un centro frontal muy cómodo para Melitón, quien increíblemente soltó el balón y este se incrustó en su marco. El que alguna vez fuera héroe, hoy condenaba a sus escualos.
Los Tiburones siguieron poniendo lo suyo y al 88', Julio Furch contactó de cabeza y ponía una ligera esperanza en el Puerto. Pero sería insuficiente, y así, Veracruz era eliminado por errores propios tras un gran torneo. Por su parte, Querétaro confirmaba su gran momento y se instauraba en la ronda de semifinales sin muchos aprietos.
La fiesta escuala terminó en funeral.