Bitácora del reportero: Fecha: Domingo 7 de diciembre de 2014. Ciudad: Monterrey, Nuevo León. Hora: 13:30, aproximadamente. En la agenda periodística se respira futbol (como siempre), pero ahora con mayor razón: Tigres y Rayados –los dos equipos de la localidad- están en semifinales.

Y aunque los partidos de ambos parecen serlo todo, hay nota en el Parque Fundidora, la raquetbolista mexicana Paola Longoria está jugando contra la estadounidense Rhonda Rajsich la final de un torneo del tour profesional, ante un escenario inmejorable.

El último punto lo gana Longoria, la canción de “El Rey” es la música de fondo de los aplausos y celebraciones de los casi 150 asistentes que ven triunfar de nuevo a Paola, que con lágrimas, sacó el torneo adelante y regresó a la senda del triunfo, tras verla cortada por la misma Rajsich mes y medio antes en California.

Y así se escribió la historia del "Paola Longoria Invitational 2014". La reina regresó a su trono.

Bitácora del reportero: Fecha: Viernes 7 de diciembre de 2014. Ciudad: Monterrey, Nuevo León. Hora: 18:26. La mejor del mundo juega en casa.

Un torneo de raquetbol profesional acapara la atención de jefes de información, editores, líderes de agencias fotógrafos y reporteros de todo el país.

Hay una cancha portátil con medidas oficiales para jugar este deporte, de un estilo casi único -pues se dice que sólo hay cuatro como estas en el mundo-, montada al pie de la rueda de la fortuna que desde hace unos meses decora el antes parque industrial y hoy temático.

Alrededor de ésta, tribunas, seis juegos de sala que le ponen elegancia y dos toldos que sirven de bodega y vestidores.

El clima frío húmedo hace que no haya mucho público en una de las gradas metálicas que está tras uno de los lados más largos del rectangular terreno de juego, lo que haría pensar que al parecer la competición no tiene importancia. Hasta que uno voltea su mirada 180 grados.

Seis juegos de salas lounge decoran el otro costado, ahí personalidades de la Universidad Autónoma de Nuevo León y de la Casa de Bolsa Value (los máximos patrocinadores de la competencia) y demás invitados especiales vistiendo de gala y siendo atendidos por meseros del Hotel Crown Plaza, mientras esperan al inicio del evento.

Pero la pregunta sigue siendo: ¿cómo es que un deporte sin reflectores, que no está en el programa de los Juegos Olímpicos o no cuenta con una liga o circuito mediático llega a ser tema para los medios deportivos en México y hace que importantes personajes se reúnan un viernes por la noche?

La respuesta tiene nombre y apellido: Paola Longoria.

En ropa deportiva y con el rostro que refleja el cansancio de los entrenamientos y la organización del torneo, que lleva su nombre (Paola Longoria Invitational), llega la antes mencionada. Éste es su tercer torneo.

Ella es la jugadora de raquetbol número uno del mundo. Y sí, es mexicana.

Nacida en San Luis Potosí, pero representando Nuevo León (luego de varios años de vestir la playera del estado de Baja California), donde vive y tiene el apoyo económico para seguir su carrera, Paola Michelle Longoria López es considerada la mejor jugadora de este deporte.

Atrapó los reflectores hace aproximadamente tres años, cuando comenzó a hilvanar partidos y campeonatos en el Tour Profesional de Raquetbol Femenil (LPRT, por sus siglas en inglés) hasta dejar una marca de 152 encuentros sin conocer derrota, que se tradujeron en 37 torneos ganados de forma consecutiva, esto no incluyen las medallas de Juegos Centroamericanos, Panamericanos y demás torneos abalados por la federaciones.

Raquetbol, otra idea de Estados Unidos

Los norteamericanos suelen tener mucha imaginación para crear deportes. Gracias a ellos hoy disfrutamos del futbol americano, basquetbol o voleibol; por mencionar algunos. El raquetbol también es parte de su creativa mente.

Derivado del tenis y con normas inspiradas en el squash y handball, el raquetbol data de 1949, ha tenido su éxito en el país de las barras y las estrellas tanto o lo suficiente como para crear torneos y una gran comunidad organizada, aunque está lejos de la NFL, NBA o MLB.

Un rápido crecimiento lo llevó principalmente a los países americanos que hoy, pueden practicar esta disciplina en diversos clubes deportivos privados y públicos. México no es la excepción.

Se juega en una cancha cerrada y rectangular de 40 pies (12.19 metros) de largo, por 20 de ancho (6.09 m.) y los mismos de altura. Se juega de dos (singles) a cuatro (dobles) jugadores y el objetivo es ganar dos sets de 15 puntos o tres de 11 para ganar el juego.

Un encuentro se divide en rallies, el cual, si lo gana el jugador/equipo que tiene el saque gana un punto; si lo hace quién(es) reciben obtienen el saque, y por ende, la posibilidad de ganar puntos.

Este deporte es regido por la Federación Internacional de Raquetbol (IRF, por sus siglas en inglés) y la LPRT es el circuito de mayor nivel en la rama femenil.

Paola Longoria, actual referente

México ha tenido contados deportistas de élite que han destacado a nivel internacional. Hugo Sánchez, Ana Gabriela Guevara, Julio César Chávez, Lorena Ochoa; son algunos de ellos.

Claro, no podemos dejar fuera a demás medallistas olímpicos, ganar una presea no es nada sencillo y es motivo de honor y respeto, además provoca el motivo de satisfacción y orgullo patriótico que le nace al mexicano cuando está en “modo solidario”.

Salvo la Selección Mexicana de Futbol, han desaparecido aquellas coberturas de 24 horas y siete días sobre deportistas de disciplinas que no son altamente comerciables, como las que en algún momento tuvieron Ana Guevara o Alejandro Cárdenas, y menos existen figuras que capten la atención del país entero; por lo cual, la única manera de que los medios tomaran en cuenta algo nuevo en su agenda, era que sucediera algo impresionante.

Y así fue el récord de Paola Longoria

Programas de televisión y radio, periódicos y sitios web comenzaron a difundir al raquetbol, Longoria era el tema principal, y en algunos estados, sobre todo Nuevo León, comenzaron a difundir los logros de la potosina y a sus raquetbolistas locales, caso de Samantha Salas, pareja de Paola en dobles y que estudia en la misma universidad que Paola (UANL).

Los días pasaron, los triunfos también y de viernes a lunes, cuando había torneo de la LPRT, Longoria y el raquetbol tenían espacio en los medios.

“Invencible”, “Nadie puede con ella”, “Uno más”, “No se cansa de ganar”; eran los titulares que daban a conocer la actuación de la número uno del mundo en sus torneos del tour profesional. Hasta monótona parecía aquella práctica.

Así fue por más de tres años, hasta que, a Paola le pasó lo inaudito.

Perdió.

El domingo 19 de octubre de 2014, cayó 3-2 ante la norteamericana y exlíder del ranking Rhonda Rajsich, ante quién perdió por última vez en el mismo lugar donde acabó la racha Stockton, California. El juego duró casi tres horas.

Lo anterior sorprendió a propios y extraños, hizo explotar la cantidad de comentarios en las notas de Internet y México supo que cayó la entonces, su atleta más dominante.

Es por ello que recuperar el camino es importante para mantenerse vigente en el deporte.

Los deportistas de alto rendimiento suelen estar sometidos a la crítica que provoca estar arriba.

La alegría se puede convertir en lágrimas, ya sea de derrota o que demuestre la incapacdad de poder exaltar de mejor manera regresar al lugar que se pertenece.

Porque cuando se va más allá de lo ordinario y se consiguen los objetivos, las sonrisas llegan.

Paola... un legado para nuevas generaciones

El raquetbol es quizá, uno de los pocos deportes en los que se da más seguimiento a la rama femenil que a la varonil.

Y aunque a Paola aún le queda historia por escribir como jugadora, está dejando un legado que puede ser imborrable: ampliar la baraja de deportes que se difunden en México y hacer que crezca.

Desde hace tiempo, Longoria ha demostrado ser multifacética, juega, organiza y ha manifestado su inquietud por llegar a ocupar un cargo público. Ahora estudia su maestría en Ciencias Políticas.

Pero más allá de todo, el sueño de negociar que el raquetbol se convierta en deporte olímpico se le ha escuchado decir en más de una ocasión.

La gente ha volteado al raquetbol, como alguna vez lo hizo al levantamiento de pesas, taekwondo, boxeo, tenis, entre otros.

Más jugadoras mexicanas suenan en la LPRT. Samantha Salas, Susana Acosta, Sofía Rascón, Jessica Parrilla y Alexandra Herrera, son algunas de ellas, que de llegar a desbancar a colosos como la misma Longoria, Rajsch o la argentina María José Vargas detonarían y se adueñarían de un deporte creado por Estados Unidos, provocando que más jugadores, de ambos sexos, entren a esta comunidad.

Al futbol americano, lo está consumiendo el divisionismo.

En el basquetbol, despidieron al técnico que llevó a la Selección a un Mundial luego de 40 años. Todo, por una declaración.

Voleibol y el handball, aparecen, pero no destacan.

A México no le sientan estos deportes creados por el país de Estados Unidos, entonces, ¿es el raquetbol el deporte americano que México debería explotar?