El padre tiempo no perdona. Eso dicta el refrán y, al parecer, a Roger Federer el Dios Cronos le ha llegado desde hace tiempo, aunque su gran calidad le ha permitido seguir a flote.

El Abierto de Australia se ha quedado sin el sembrado #2 del mundo, quien sucumbió ante el italiano Andrea Seppi en cuatro parciales (6-4, 7-6, 4-6 y 7-6), en lo que significa la eliminación más temprana de RF en Melbourne desde 2001. Aunado a esto, el helvético perdió su marca perfecta de diez triunfos en el mismo número de enfrentamientos ante su rival.

Próximo a cumplir los 34 años de edad, a Su Majestad parecen terminársele las opciones para seguir incrementando su récord de máxima cantidad de torneos Grandes conquistados en la era profesional (17), de los cuales, cuatro se han dado en el principal país de Oceanía, el último en 2010.

Pocos son los atletas que reconocen cuando el momento del retiro les ha llegado, especialmente en la cima de sus capacidades o con un nivel competitivo. Esta dura derrota, en la que Roger Federer ha acumulado más de medio centenar de errores no forzados, parece confirmar que es momento de que el legendario tenista replantée su futuro,, porque si bien la calidad le basta y sobre para seguir compitiendo, ese plus que significa la juventud le ha abandonado.