Un tropezón no es caída cuenta el dicho. Y esta noche en Bahía Blanca, el elenco Azulgrana pudo dar fe de eso y se llevó un gran triunfo sobre Bahía Baket con gran contundencia y personalidad. Luego de caer en Mar del Plata ante Peñarol, volvió a demostrar su poderío infalible y sus cantidad de variantes para superar al rival y acomodarse en lo más alto de la Zona Sur.
En el primer cuarto comenzó a imponer condiciones gracias a la peligrosidad de Nicolás Aguirre que no perdonó ninguna situación a la defensa local que si bien se mostró ordenado, no le bastó ante tanta arremetida rival en el juego interno. Del lado ofensivo encontró algunas posiblidades para atacar el aro pero con el correr de los minutos cayó en imprecisiones y le dio la chance a San Lorenzo para ampliar su ventaja e irse 26-14 en el primero.
En el segundo la visita ratificó su pasaje efectivo y tuvo en Courtney Fells otro protagonista clave para dominar el juego partiendo desde una férrea y asfixiante e impidiendo cualquier acción del local que solo generaba con la labor de Hernán Jasen que con poco limó la diferencia aunque el descanso largo determinó un cómodo 48-32 para los de Lamas.
Al regreso Walter Herrmann apareció en toda su plenitud y se hizo amo del cuarto para aumentar considerablemente la diferencia en el tanteador y contagió a sus compañeros para darle intensidad a su juego. Del otro lado, "Sepo" movió el banco buscando soluciones a los problemas que sufría su equipo e intentó darle otro ritmo. Sin embargo, el Ciclón fue encontrando su momento justo para que de a poco el resultado no corriera peligro al llegar al último pacial 71-52.
En el segmento final Bahía buscó gastar todo su cartucho intentando recortar la brecha más allá de que el resultado era dificil de modificar. A pesar de un buen tramo de Lucio Redivo, Herrmann selló la victoria con una seguidilla de bombazos para finalizar con un contundnete 94-77 y recuperarse tras la derrota en suplementario ante el Milrayitas en estas seguidillas que lo tiene como visitante.