El equipo de Nuñez viajo al sur de la provincia de Buenos Aires co el objetivo de poner un pie adentro del Super 4 que se jugará en su cancha a fines de diciembre pero en frente se encontró con un Quilmes que le puso un alto en el camino victorioso de los tacheros.

En un partido que no fue apto para cardiacos con un final que, a faltas de segundos para que el reloj llegara a cero, tenía a los dos equipos empatados en 72 puntos, con los visitantes en plana remontada y con un tapón faltando 39 segundo que fue la clave de la victoria de los marplatenses.

En un comienzo Quilmes marcó la diferencia, terminó el primer cuarto arriba en el marcador, algo que se mantuvo hasta el final del encuentro, y en el segundo amplió la diferencia a 14 puntos para irse al descanso ganado 45 a 31.

En el tercer cuarto Obras comenzó la remontada, volvió del entretiempo con un resultado muy desfavorable y logró en los 10 minutos del parcial emparejar las cosas para llegar a ponerse tan solo 3 puntos abajo de su rival.

El final del partido fue el momento de más emociones. Quilmes arrancó el último cuarto volviendo a poner una diferencia que los dejara tranquilos pero no supieron como mantenerla. A medida que el cuarto parcial avanzaba la ventaja en favor de los locales era menor, que pasaba de estar ganando por ocho a tan solo estar arriba por 2.

En los últimos 44 segundos se jugó todo el partido, ya que ese fue el momento en que Obras consiguió plantar el empate en 72. Igualmente la jugada de la noche surgió unos instantes después cuando la visita volvía a atacar en busca de volver a igualar el marcador.

El héroe de la noche fue Tayavek Gallizzi, que cuando solo le quedaban 39 segundo al partido metió un tapón que le impidió a Obras volver a empatar el partido, ahora en 74. La buena defensa de Quilmes y la habilidad para meter los libres en el final le permitieron terminar llevandose el encuentro por 77-74.