Quilmes cayó como visitante

En los antecedentes los marplatenses se imponía con cuatro victorias y una derrota. El último registro era del 7 de febrero en Once unidos con amplia victoria del local por 90 a 65.

El verde había caído en su última presentación como local frente a Regatas y para este encuentro se le presentaban varias bajas. No podía contar con el base Sebastián Orresta ni con Jonatán Slider, desafectado para lo que resta de la liga por una luxación del ligamento lateral de la rodilla izquierda. En su lugar se sumó Adrián Forastieri.

Por el otro lado llegaban con la fe de aprovechar la caída de Ferro para descontar, pegarse al lote de arriba y mantener las distancias con Lanús y Argentinos. Al estar todo tan parejo en la conferencia sur la victoria o la derrota muestran distintos caminos. La levantada en potencia de los del fondo le genera la presión extra de ganar para no comprometerse.

Quilmes inicio concentrado en lo que quería. El local no encontraba la manera para depositar la pelota en la pintura y tomaba tiros de larga distancia. Ya se comenzaba a ver algunas desatenciones defensivas en la visita. Cinco fueron los triples que le convirtieron en el primer cuarto. Dos de Nocedal, otros dos de Turcker y uno del “pájaro” Marín. El cervecero ocultaba sus falencias anotando y resistiendo. De esta manera lograban cerrar el primer periodo por la mínima.

Estudiantes analizó muy bien el cuarto inicial y para el segundo saco provecho de la falta defensiva del rival. Los jugadores del tricolor no tomaron nota de cómo se debe cuidar el perímetro. Las lluvias que pasaron por Buenos Aires se acercaron a Entre Ríos provocando una tormenta de triples. Con una efectividad del 55% en tiros desde esa distancia, 12 aciertos en 21 intentos, aniquilo al conjunto marplatense. Solitos se fue corriendo del campo, habían desaparecido. Nueve puntos es lo único que elaboró en todo un cuarto. Una verdadera crisis basquetbolistica. El verde se escapó por dieciocho puntos. (47-29)

Quilmes pareciera que se deja conocer mucho por los jugadores que pasan por su institución. La tan famosa ley del” ex” que se ve muchas veces en partidos de fútbol, al elenco de la costa atlántica le duele y mucho. El alero Federico Marín abrió las alas y mostró su gran vuelo en el Gigante Verde. Su ex compañero, Fabián Sahdi fue el peor enemigo en el clásico de la ciudad con 24 unidades. El “pájaro” llegó a 25 con una mano picante desde los 6,75 con 5 de 8 intentos.

En la segunda mitad, la ofensiva del cervecero se arrimó al campo y dejó ver a dos equipos en cancha. El técnico Leandro Ramella no supo corregir las fallas defensivas y el local continuó sacando rédito. La máxima creció y superó los veinte tantos. Nuevamente la visita volvió a correr de atrás y dejaba de lado las posibilidades de un triunfo. El escolta Walter Baxley fue el abanderado y Quilmes se aferraba a su mano anotadora para soñar con la remontada. De todas maneras a pesar de la pequeña mejoría la distancia era de diecisiete llegando al último cuarto.

Tarde se acordó de jugar y de su importancia teniendo en cuenta que le quedan cuatro encuentros para finalizar la fase regular. De todas maneras, el tricolor intentó mejorar su imagen y consiguió buenos pasajes para de a poco achicar la distancia. El Alero, Maximiliano Maciel aportó nueve puntos con dos triples y junto con varias penetraciones del máximo goleador del certamen dejo en seis la ventaja del local a falta de dos minutos. Injusta habría sido que la suerte acompañe a la visita en los momentos decisivos y que de buena a primera un pobre adversario te sobrepase en el marcador. Si bien los partidos no se merecen se ganan. Estudiantes no quiso tener problema alguno, reapareció para cerrar y se quedó con lo suyo.

Párrafo aparte para la actuación del extranjero Darquavis Turcker que cosechó 30 unidades y 12 rebotes.